José Román estaba a punto de cumplir su tercer año como líder global de Datsun, en Tokio, cuando a principios de 2019, le ofrecieron la presidencia de Nissan Mexicana, la cuarta operación más grande de la marca a nivel global y una de las más examinadas por la corporación. “Es un benchmark dentro de Nissan Corporation. Aunque no es la operación más grande, sí es un referente en manufactura y ventas. Todos en Japón están pendientes de lo que pasa en México cada día”, dice. No se lo pensó dos veces.
El directivo ecuatoriano ya vivió en México en 2012, cuando fue vicepresidente regional de Ventas de Nissan Mexicana. Tras esta asignación, fue nombrado director gerente de Nissan para América Latina y el Caribe, para luego convertirse en el líder global de Datsun, en 2017. “Aunque yo estaba muy bien en Japón, impulsando la marca Datsun en mercados complicadísimos, México era un mercado al que quería volver”, cuenta.
Román regresó a México en julio de 2019 con la encomienda de consolidar las operaciones de la marca y sentar las bases para garantizar la rentabilidad del negocio durante los siguientes 20 años. El reto no era menor, pues el mercado atravesaba por un momento difícil: la volatilidad cambiaria, a inflación y el endeudamiento de los clientes habían mermado la venta de autos desde mediados de 2017.