Las llantas representan uno de los primeros elementos que promovieron la innovación para mejorar la seguridad de los automóviles. A diferencia de otros sistemas que han desaparecido con la aparición de nuevas tecnologías, los neumáticos siguen presentes y en constante evolución.
Con 150 años de historia, la firma alemana, Continental, ha sido parte del desarrollo de las llantas desde el inicio, promoviendo la seguridad y confort en la conducción de todo tipo de automotores.
Año tras año, el fabricante ha puesto su empeño en desarrollar tecnología que hagan a los neumáticos cada vez más confiables y con la mejor calidad. Por ejemplo, en la actualidad sus nuevos productos impulsan el uso de sistemas de sensores, los materiales sostenibles y el apoyo de aplicaciones que implican inteligencia artificial.
La llanta inteligente
Los neumáticos son el punto de contacto de los automóviles con la carretera, de ahí la importancia de que cuenten con los mayores avances técnicos y lo mejores materiales, buscando los mejores resultados en agarre, tracción y estabilidad en todo tipo de condiciones del terreno.
Sin embargo, hoy en día, Continental eleva de nivel la seguridad y se acerca a su visión de la llanta totalmente inteligente. En algunos de sus productos ha incorporado sensores que ayudan a recopilar datos para analizar parámetros como la presión de las llantas, desgaste o temperatura.
La conectividad en las llantas permite a los conductores detectar problemas o daños, pero sobre todo evitarlos a través del monitoreo constante, con lo que se minimiza el riesgo de accidentes.
El futuro está rodando
Desde su nacimiento, hace ya 150 años, Continental se ha mantenido a la vanguardia en el desarrollo de llantas. Con su visión puesta en las llantas inteligentes, la firma arrancó su camino hacia los neumáticos del futuro.
Las llantas que están por venir no sólo avisarán si les falta aire, sino que incluso se recargarán solas. Para Continental las llantas del futuro serán inteligentes, electrificadas, fiables y conectadas, lo que facilitará más que nunca el mantenimiento predictivo y preparará el camino para la conducción autónoma y la conectividad integral de la movilidad del futuro.
