Mientras que en México recién arrancaba la construcción de la nueva planta de Audi, en una computadora de Alemania la fábrica ya estaba casi completa. Era 2013 y en la pantalla ya se podían ver los edificios construidos, las líneas de producción e, incluso, era posible simular algunos procesos de ensamble.
Los ingenieros y arquitectos responsables del proyecto ‘construyeron’ la planta a distancia, desde Ingolstadt, una ciudad alemana donde se encuentra el corporativo global de Audi, a unos 9,500 kilómetros de San José Chiapa, Puebla, donde se alza la fábrica.
Tarek Mashhour fue uno de los directivos que participó en el proyecto. Como el jefe de planeación de plantas de Audi AG –posición que desempeñó entre 2009 y 2016– se encargó de la planeación en la producción de las plantas de Bélgica y Hungría, así como de la planificación e implementación de la nueva de San José Chiapa.
Entonces, no sabía que cinco años después de su inauguración, el complejo de 400 hectáreas se convertiría en una planta clave para la marca, ya que en ella se fabrica su modelo más vendido a nivel global. Tampoco sospechaba que a mediados de 2020, en plena pandemia, dejaría Alemania para llegar a Puebla como el nuevo presidente del complejo. “Esta fue la primera planta en México completamente dedicada a la producción de vehículos premium. Luego llegaron BMW y Mercedes-Benz. Fue una buena decisión venir a México”, dice Mashhour.