La industria de las telecomunicaciones se ha impuesto el compromiso de reducir su huella ambiental y bajar su porcentaje de emisiones de CO2 a la atmósfera. A nivel mundial, este sector representa el 2% de las emisiones, señala Diana Coll, directora de marketing y asuntos corporativos de Nokia para América Latina. El porcentaje es similar al producido por el sector de la aviación.
Pero, mientras las aerolíneas vieron un freno a raíz de la pandemia, el sector de telecomunicaciones tuvo un aumento de sus servicios y su número de suscriptores, debido a las nuevas necesidades de conexión provocadas por los confinamientos y el trabajo en casa, lo que generó que las compañías incrementasen su infraestructura. Por ello requieren implementar estrategias más ambientales.
En el caso de Nokia, para 2030 el fabricante tiene la meta de reducir en 50% sus emisiones de carbono a nivel mundial, mientras que American Tower, que no precisa el porcentaje, bajará su huella ambiental hacia 2035. Su operación en México representa sólo el 1% del CO2 que genera, un porcentaje bajo respecto a sus otras operaciones mundiales. América Móvil, por su parte, estima reducir en 52% su huella de carbono rumbo a 2030.