Entre el folclor y el caos
La inauguración del aeropuerto Felipe Ángeles fue un evento que reunió a diversos sectores de la sociedad; desde empresarios, gobernadores y embajadores, hasta la plana mayor del partido Morena, quienes cobijaron al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Centenares de seguidores del mandatario, se reunieron en el llamado “muro monumental” ubicado en el lobby principal del AIFA, con el único objetivo de lanzar porras. Algunos sostenían pancartas con la leyenda: “No estás solo” y otros que se dedicaron a promover el ejercicio de Revocación de Mandato para el próximo 10 de abril. “Honesto, valiente, así es mi presidente”, coreaba una veintena de jubilados del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
En la escena de la inauguración también figuraron decenas de vendedores de billetes de lotería uniformados con sus chalecos guinda, quienes trataban de persuadir de comprar un 'cachito' a las personas que se desplazaban entre el estacionamiento y la terminal de autobuses hacia la zona de documentación.
El aroma a nuevo en pasillos y los muros recién pintados impregnaban un ambiente de mayor alegría entre los asistentes al evento y pasajeros, quienes exploraban cada rincón de la terminal. Desde los polémicos baños temáticos, hasta la exposición sobre el general Felipe Ángeles, entre elementos de la Sedena y la Guardia Nacional, responsables de las indicaciones y la seguridad.
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La ceremonia encabezada por el presidente López Obrador obligó a abrir solo dos líneas para revisión de las pertenencias de los usuarios a través de rayos X; una vez superado este punto, los asistentes se encontraron con una aglomeración, pues decenas de personas se juntaron para presenciar el evento.
El sonido del mariachi, la banda de guerra de las fuerzas armadas, bandas de viento y diversos grupos musicales que se instalaron en distintas partes de la terminal, retumbaba en los dos pisos del edificio.
En las salas de abordaje se instalaron bandas que competían entre ellas por ver a quien aplaudían más, como la de la escuela primaria Uganda, todos vestidos de vaqueros y quienes con alegría tocaban sus instrumentos.