Para julio, Aeroméxico, Viva y Volaris tienen programados 62 vuelos cada una, mientras que la venezolana Conviasa se mantendrá con los dos vuelos que opera a Caracas.
Al respecto, John Grant, analista en jefe de la plataforma proveedora de datos de viajes OAG, explica que las pocas variaciones en la programación de vuelos responden a que las aerolíneas no suelen hacer grandes ajustes en un aeropuerto nuevo, como es el caso del AIFA, que abrió sus puertas al público el pasado 21 de marzo.
“De hecho, incluso si los vuelos van llenos, pienso que las aerolíneas comenzarán a incrementar los precios de sus tarifas más que agregar nuevos vuelos en este momento”, dijo el especialista a Expansión.
A la fecha, Aeroméxico tiene vuelos desde el AIFA a Mérida, Villahermosa y Puerto Vallarta, mientras Volaris vuela a Tijuana y Cancún. En el caso de Viva Aerobus, los vuelos que opera son a Guadalajara y Monterrey.
Aunque a la fecha no hay datos sobre el factor de ocupación de las aerolíneas en el AIFA –un indicador que refleja la demanda de los vuelos–, si este índice no estuviera en óptimos niveles –que suelen estar en el umbral de 80% hasta 90% en algunos casos–, las aerolíneas podrían tomar medidas.
“Si los vuelos no alcanzan buenos factores de ocupación, la aerolínea tiene varias opciones. Pueden reducir sus frecuencias semanales, o incluso abandonar la ruta completamente. En tales circunstancias, los factores determinarán que una aerolínea reconsidere el uso de sus aviones en un aeropuerto”, agregó.
Para Grant, la prueba de fuego para el AIFA vendrá en la temporada de invierno, que va de finales de este año a principios de 2023. “Necesitamos esperar algunos meses para evaluar cómo está marchando”, concluyó.