“Las mujeres se empezaron a interesar muchísimo. Se corrió la voz y, ahora, el enfoque más grande de la marca son los beneficios del uso de las prendas en el bienestar de las usuarias. Hemos crecido muchísimo, cuando empecé vendía 200 prendas al mes y ahorita estoy vendiendo más o menos 4,000”, dijo Roca en una entrevista realizada a principios de agosto.
Hoy, la marca comercializa los calzones mensuales en tiendas como Coppel y está por comenzar a enviarlos a países como Francia, España, Inglaterra y Canadá. También ha comenzado con la producción local de las prendas, actualmente fabrica en México, en el penal femenil de Puente Grande en Jalisco, el 30% de su producción.
Muuns fue de las primeras empresas en explorar este mercado. Pero ahora es posible encontrar diferentes marcas, algunas de ellas ya de venta en los supermercados, tiendas en línea, marketplaces y hasta en redes sociales.
El valor del mercado global de los productos de higiene menstrual, que incluye toallas sanitarias y tampones, llegó a 38,180 millones de dólares en 2021 y aumentará a 54,520 millones para 2028, de acuerdo con cálculos de Fortune Business Insights.
En el estudio Making Menstrual Products Eco Friendly, que publicó Plastics Oceans International en febrero del año pasado, se estima que en el mundo se usan 45,000 millones productos menstruales en un año, por lo que productos reutilizables como los calzones menstruales son alternativas para disminuir los residuos.
Con esta tendencia en aumento, el gigante de los productos de higiene personal, Essity, también ha puesto la mira en este segmento. Bajo su marca Saba, lanzó al mercado, a finales de 2020, su calzón menstrual Intimawear.
Paulina Barragán, gerente de comunicación para Latinoamerica en Essity, dijo en un encuentro con Expansión que este producto ya se comercializaba en otros países, y es parte de las iniciativas de la empresa de tener en el mercado productos sustentables.
“Tenemos el objetivo de que por lo menos el 64% de los productos a nivel global tienen que contener alguna mejora en beneficio del medio ambiente o la sociedad (...) Intimawear es para estas personas que se preocupan por comprar productos que cubran sus necesidades, pero cuidando el medio ambiente”, dice.
¿Cuánto tiempo se pueden usar las toallas de tela y los calzones menstruales?
El uso de los calzones menstruales y las toallas de tela va en aumento. Su tiempo de vida depende del cuidado, pues tienen algunas instrucciones específicas, como el secado al sol. Algunas marcas, como calculan la duración de las prendas en años, alrededor de tres o cuatro años. Otras en lavadas, las de Saba, por ejemplo, duran 50 lavadas.