Miguel Ángel Martín, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (AMIJU), comenta que los consumidores hacen un mix de los canales de venta para adquirir juguetes, y el 60% prefiere tiendas de autoservicio y departamentales, 20% opta por el comercio electrónico y el 20% restante por mercados de barrio y tianguis.
Hay quienes prefieren adquirir en las tiendas aquellos juguetes más grandes y costosos por la garantía, y complementar con otros más pequeños que pueden adquirir en tianguis y mercados, como el Bazar de Juguetes del Monumento a la Madre, o las zonas conocidas de comercio del Centro Histórico, como la Calle Del Carmen, en la Ciudad de México.
Tamara González recorre las jugueterías locales una semana previo a la fecha. “No tienen una súper oferta pero hay juguetes que están a la mitad del precio de Walmart”, dice.
“Ahora es buen tiempo para ir a Del Carmen sin grandes aglomeraciones. Entre más avances y más te adentres obtienes mejores precios”, añade Iván Dominguez. “También voy a las fábricas de Hasbro y Mattel, que están en Tláhuac”.
“Yo prefiero comprar en las aplicaciones en línea del supermercado porque llegan a domicilio. Por ejemplo, una máquina de waffles Mi Alegría cuesta 700 pesos en el centro (Zócalo de la CDMX), 820 en la tienda de Soriana y 720 en (la tienda en línea de) Walmart, que además lo manda a mi casa”, comenta Kartina Solís.
Hay quienes prefieren esperar a que los puestos comienzan a ‘rematar’ los juguetes, cerca de las 6:00 de la mañana del 6 de enero.