En México, el precio de la harina de trigo se elevó 31.9% de diciembre de 2012 a noviembre de 2022. El del pan dulce aumentó 18.7% en el mismo lapso, según los datos del Índice de Precios al Consumo, que realiza el Inegi.
Panaderos hacer versiones pequeñas para alargar la venta
Juan Padilla, quien dirige una panadería en la colonia Peralvillo, en la Ciudad de México, cuenta que desde años anteriores optó por hacer roscas de tamaño más pequeño, para cinco personas, incluso personales, para aminorar el impacto en el precio y alargar la venta.
“Se llevan las pequeñas cuando vienen días antes a comprar su pan. Ya más entrado el día 6 (de enero), compran más grandes porque son las que tienen muñeco que es importante para ver quién va a comprar los tamales del Día de la Candelaria”, dice.
En la panadería La Flor, la producción fuerte de rocas inicia desde el 2 de enero, y aunque es una temporalidad de pocos días, a diferencia del pan de muerto que en algunos lugares se vende desde meses antes, un cajero espera que haya un avance en las ventas de hasta 50% en el mes, tras retomarse las reuniones familiares.
La competencia con los autoservicios
Desde hace años, las cadenas minoristas también aprovechan para vender su rosca de Reyes en su piso de venta, lo que representa otro canal de competencia para las panaderias de barrio y las artesanales.
Elizabeth Beltrán, quien tiene una panadería artesanal, elabora una rosca con flores comestibles como principal ingrediente. Comenta que desde hace un año su emprendimiento dejó de ser su ingreso principal, aunque sigue con la producción de rocas para clientes que llegan a escribirle.
“Es difícil competir con los precios de las cadenas de autoservicio o con otras personas, que compran sus roscas por destajo en Sam's y ya solo las rellenan con crema pastelera y las venden muy baratas. Con las alzas en la harina y el azúcar, hubo quien ya no quiso pagar el aumento para mis productos, aunque se diferencian de lo que encuentran en cualquier panadería”, explica.
Juan Padilla comenta que para competir con las panaderías de cadena y los retailers han optado por diversificar los sabores de las roscas a partir de las harinas, cambiar los frutos para decorar y hasta cambiar las figuras que traen dentro. “La gente ve algo diferente y le gusta, puede ser un cambio pequeño, como los muñecos, que a veces hasta los guardan porque se ven bonitos”, relata.
El presidente de Canainpa dice que los clientes que priorizan el sabor mantienen sus compras en sus panaderías de confianza. “La competencia es fuerte por los precios que dan, pero hay mucha gente que va a una panadería artesanal o tradicional donde saben que van a encontrar una rosca de buena calidad”, concluye.