Esto se suma a la reactivación del vuelo directo a Roma, Italia, hacia donde la aerolínea operará a partir del próximo 25 de marzo con cuatro vuelos semanales, que para el verano también incrementarán a uno diario.
“Si sumas los 28 vuelos a España, los siete vuelos a Ámsterdam, los siete vuelos a París, los siete vuelos a Londres y ahora los siete vuelos a Roma, estamos hablando de 56 frecuencias a la semana entre México y Europa que es, sin duda, histórico”, dice Mulinelli a Expansión en el marco de la edición 2023 de la Feria Internacional de Turismo (Fitur).
De este modo, Aeroméxico busca ganar impulso en el segmento internacional, que no ha podido recuperar los volúmenes previos al covid-19. Si bien, durante el 2022, la aerolínea pudo incrementar 5% su tráfico total en comparación con 2019 –que alcanzó más de 21.7 millones de pasajeros–; a nivel de usuarios, ha compensado el mercado internacional –que se mantiene un 16% por debajo– con el doméstico, que incrementó un 17%.
En particular, España ha sido uno de los mercados de mayor volumen, que el año pasado registró un récord de usuarios hacia México de alrededor de 500,000 pasajeros, refiere Mulinelli.
¿Qué pasa con los vuelos directos a Asia?
Otros de los esfuerzos de Aeroméxico comienzan a centrarse en la región asiática. Para el 27 de marzo, la aerolínea reabrirá su ruta a Narita, en Japón, que mantuvo cerrada durante tres años por la pandemia de covid-19 y las fuertes restricciones de viaje que prevalecieron en aquel país.
Por ahora, no hay planes de reactivar otras rutas como la cancelada hacia Shanghái, en China, que cerró en 2019 al destinar sus equipos 787 Dreamliner a la ruta Ciudad de México-Barcelona, en un esfuerzo por incrementar su competitividad ante la entrada de Emirates a aquella ruta.
“Nos habíamos salido [de China] antes de la pandemia, estamos muy enfocados en maximizar nuestra flota. Lamentablemente el gobierno chino sólo nos permite tres vuelos a la semana, y vimos una oportunidad para crecer en otros mercados donde tenemos la oportunidad de volar a diario”, dijo el directivo de Aeroméxico al respecto.
¿Y los vuelos en el AIFA?
Mientras la aerolínea mueve sus fichas en el segmento internacional, en la Ciudad de México ha tenido que hacer otros movimientos.
Para la temporada de invierno, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) redujo el tope de operaciones por hora en 15%, con lo cual se asignaron 18,751 menos horarios de aterrizaje y despegue –o slots–, de los cuales un 88% fueron cedidos por Aeroméxico.
Al respecto, Christian Pastrana, director de comunicación y asuntos públicos de la aerolínea, dijo que la reducción no implicó un impacto para las operaciones ni la demanda en el AICM. Además, aseguró que ha permitido aumentar los niveles de puntualidad no sólo en el caso de Aeroméxico, sino de otras aerolíneas.
“Ese acuerdo que se hizo en agosto, y que se está honrando, está permitiendo elevar los niveles de servicio. Se logró el objetivo. Eso costó devolver muchos slots, sí, pero sin afectar la red de conectividad, y hoy la puntualidad es diametralmente superior a la que se tenía”, agregó.
Respecto a un incremento de rutas o frecuencias en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), Mulinelli dijo que han tenido una “buena” recepción, pero no hay cambios de momento. “Seguimos viendo la demanda, seguimos viendo la oferta. Queremos ser una línea aérea que siga siendo rentable para seguir creciendo y evolucionando”.
Los directivos fueron consultados sobre la iniciativa para abrir las operaciones de cabotaje a aerolíneas extranjeras y el cierre de operaciones para las aerolíneas de carga en el AICM, pero no hicieron comentarios.