La expectativa sobre el repunte en la inversión de autopartes por la llegada de la estadounidense a Nuevo León implicó un incremento en cuanto a la previsión que se tenía antes de que la inversión fuera confirmada, tanto por Elon Musk, CEO de la compañía; como por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Para este año, preveíamos un crecimiento de forma moderada, de 1.2% contra 2022, pero aquí hay un tema muy importante. Hay que tener claro que esta cifra, pero ahora vemos un ajuste por Tesla”, aseveró Julio Galván, gerente de Estudios Económicos de la INA.
El organismo también prevé que, además del “efecto Tesla”, el fenómeno conocido como nearshoring impulsará la llegada de 15,000 millones de dólares de inversión para el siguiente lustro, destinados a la producción de componentes como baterías y otras partes para autos eléctricos.
El arribo de las nuevas empresas dependerá del tiempo que tarde en instalarse la fábrica de Tesla, la cual el organismo espera que esté terminada rumbo a finales del año en curso o inicios de 2024.
"Normalmente las armadoras se instalan y empiezan a generar tracción. Pero la cantidad de proveedores (que llegan tras un anuncio de inversión) es un proceso interno de cada una de ellas", agrega Galván.
Al cierre del año pasado, la producción de autopartes cerró con un valor de 107,617 millones de dólares, la cifra más alta para el sector desde que se tiene registro.