La popularidad de este segmento ha llevado a la creación de empresas enfocadas meramente a este mercado, como Kavak y OLX Autos, así como el de algunas armadoras, como KIA, que dentro de sus portafolios ofrecen unidades usadas de otras compañías. Desde la perspectiva de Rosales, el decremento en ventas no significa que perderá atractivo entre las empresas.
“En el momento en que hay disponibilidad de vehículos nuevos incrementándose hay más atención para que los clientes pueden adquirir estos vehículos nuevo con mayor facilidad. En términos de operaciones se van acercando mas con los inventarios disponibles a los que se tenían antes de la pandemia, lo que esperamos que pueda ocurrir hacia el arranque del segundo semestre de este año”, añade.
Hasta antes de la pandemia, era poca la información que existía en torno al mercado de vehículos seminuevos. Rosales estimó que, “con toda la dificultad que implica ante la ausencia de registros confiables”, anualmente hay entre 5 y 6 millones de operaciones de compraventa de vehículos usados en el país.
Hasta el momento, las operaciones dentro de esquemas para la venta de autos seminuevos representan cerca del 5% del total, puesto que el otro gran porcentaje se conserva en la informalidad.
“La apuesta en seminuevos es incrementar su participación dentro del mercado formal. Seguimos teniendo una cobertura muy baja en el mercado formal y dentro de ello lo que corresponde a las operaciones dentro de los distribuidores, en comparación con el total de transacciones de vehículos usados que ocurren en el país”, dijo el representante de los distribuidores.