También tiene una apuesta fuerte para impulsar las proveedurías locales. El programa Farmers, por ejemplo, trabaja con ganaderos y permite que el queso crema Philadelphia se produzca totalmente con leche local en la planta que tiene en Ecatepec, Estado de México.
A nivel global, Mondeléz International tiene programas similares, uno para los productores de trigo en Europa y otro mundial para el cacao. Este último, Cocoa Life, que es especialmente importante en Brasil, podría ser replicado en México para obtener esta materia prima de forma sustentable. “Más allá de que sea consumo local, lo que también estamos buscando es que sea un Fairtrade, que realmente trabajemos bien con la cadena para asegurarnos de que es algo positivo para todos”, afirma Bonaclocha. “No teníamos chocolate antes, acabamos de comprar chocolate y tenemos que evaluar esto”.
Con la compra, la compañía duplicará el negocio en México y el directivo señala que, cuando la empresa habla de buscar crecimiento, lo hace más allá del orgánico de la categoría. Y eso implica innovar en el mercado. Para ello, en 2019 inauguró en Tlalnepantla, Estado de México, uno de los 12 centros de innovación y desarrollo que la empresa tiene en todo el mundo. Entre el 95 y el 97% de lo que se vende en México se produce aquí, y hay pocas importaciones, pero exporta más del 40% de su producción a más de 26 países.
Comerse el futuro
Bonaclocha apunta que, para 2030, y conforme a la visión de la compañía a nivel global, el futuro en el país es “brillante” y “dulce”. “Tenemos una nueva base sobre la que trabajar. Al final, tener un tamaño que te permita hacer aventuras grandes, tener un reach de mercado en rutas muy importante y poder tener esa capability que nos faltaba, por ejemplo, en chocolate, nos da todas las opciones para hacer. Tenemos el talento, las marcas y las capacidades necesarias, yo veo un futuro dulce y prometedor”.
El directivo ha visto también cómo cambiaba su día a día y su rol con la integración. Al final, asegura, no es que tenga que hacer cosas nuevas, pero sí hay puntos que debe trabajar más. “Yo creo que un líder siempre tiene que estar ayudando a ver el futuro y preparar la organización. En un momento de estos, lo tiene que hacer más que antes”, apunta el presidente de Mondeléz Snacking México, quien llegó a la compañía en 2018 y que antes había trabajado durante más de 20 años en Henkel, ascendiendo en diversos puestos de liderazgo, el último de ellos como presidente para la región de América Latina.
Así que su mirada está ahora, sobre todo, en el futuro, para ver dónde tiene que poner la organización los siguientes pasos, establecer cómo quiere estar la compañía y cuál es la apuesta y la cultura que la va a llevar hasta allá.
Este proceso también ha dejado aprendizajes personales a Bonaclocha. El principal, afirma, es que nunca se puede planear todo. “Tienes que pensar que 30 o 40% de lo que te va a suceder en esta integración son cosas que igual no habías ni imaginado, tanto en cosas que pensabas que iban por una dirección y van por otra, y también en otras que estás aprendiendo. Al final, cuando compras un negocio, lo haces porque estás convencido de que hace bien ABC, pero igual hay otras cinco cosas que no tenías consciente de cómo estaban y las estás aprendiendo. Entonces, es el manejo de la incertidumbre y de esa apertura para aprender más cosas”.