El vehículo de un millón de pesos con el que Mazda apunta al mercado premium

Nueva plataforma, nuevo motor

Para empezar, el modelo está montada sobre la última plataforma de motor longitudinal de Mazda, denominada "Large". Emilio López, gerente de producto de Mazda en México, detalló que esta plataforma admite una variedad de trenes motrices, entre los que se encuentra un motor de seis cilindros en línea turboalimentado de 3.3 litros, que genera 340 caballos de fuerza y 369 libras-pie de torque, complementado con un sistema mild-hybrid de 48 voltios.

Además, se ofrece una variante híbrida enchufable (PHEV) que cuenta con un motor de gasolina de cuatro cilindros en línea de 2.5 litros y una batería de 17.8 kWh, que en conjunto produce 323 caballos de fuerza y 369 libras-pie de torque. El motor eléctrico se posiciona entre el motor y la transmisión tanto en los modelos de seis cilindros en línea como en el híbrido enchufable.

El tren motriz PHEV también está confirmado para el mercado mexicano, que podría llegar a finales del próximo año como año modelo 2025.

A diferencia de sus predecesores, el CX-90 está equipado con una transmisión automática de ocho velocidades poco convencional, en tanto que reemplaza el convertidor de par por un conjunto de embrague de múltiples placas. La tracción en las cuatro ruedas es estándar, y Mazda destaca el diseño "con énfasis en la tracción trasera".

El nuevo diseño de plataforma también cambia la apariencia del CX-90. El cofre es mucho más prominente, lo que sugiere un aspecto más elegante y exclusivo. El diseño de la parrilla es ligeramente diferente al de los modelos actuales de Mazda, y los diseños de llantas (de hasta 21 pulgadas) y detalles cromados en la parte inferior del vehículo refuerzan la sensación de lujo.

Mazda ofrecerá algunos colores nuevos, como blanco metálico y un tono especial llamado rojo artesano, desarrollados exclusivamente para este modelo.

El CX-90 es más largo y ancho que el CX-9, lo que brinda un espacio interior adicional para las tres filas de asientos. Mazda ofrecerá tres configuraciones de asientos diferentes con capacidad para seis, siete u ocho pasajeros. El mayor ancho permite que la tercera fila acomode a tres personas en ciertos modelos, mientras que la segunda fila se ofrecerá ya sea como un banco para tres personas, como dos sillas individuales con un paso en el medio, o como sillas individuales con una consola fija entre ellas. Al mercado mexicano llegará una configuración para 8 pasajeros con una segunda fila con banca corrida.

¿Una marca premium?

Miguel Barbeyto, presidente de Mazda en México, dijo en entrevista que la marca busca posicionarse como una que ofrece productos de alta calidad, una experiencia de venta diferenciada y un servicio posventa excepcional. “Mazda no busca competir directamente con las marcas de lujo, como las alemanas, inglesas o italianas. Su objetivo es ser una marca que se diferencie de las generalistas, pero sin entrar en la categoría de lujo”, detalló.

“Desde su entrada al mercado mexicano, Mazda ha sido percibida como una marca distinta, y su intención es mantener esa identidad. Para nosotros, la clave del éxito está en mantener la consistencia en todos los aspectos que afectan la experiencia del cliente. Desde el diseño del producto hasta la ubicación de las distribuidoras, pasando por la atención en la posventa y la capacitación de los vendedores, cada punto de contacto con la marca es crucial para lograr la diferenciación”, añadió.

La marca ha estado progresando en ese sentido, ofreciendo productos de mayor calidad y sofisticación en el mercado mexicano. El lanzamiento de la CX-90 representa un hito importante para Mazda en su búsqueda de crecimiento y consolidación en el segmento premium. Mazda comercializará en México una única versión del modelo: Signature, de 1,090,000 pesos.

Barbeyto dijo que con la entrada al segmento de vehículos que superan el millón de pesos, Mazda se está abriendo a un nuevo tipo de cliente que nunca antes había considerado la marca. “Este cliente busca un manejo distintivo y cualidades comparables a las de las marcas de lujo, pero a un precio más accesible”.

Pero este nuevo desafío plantea un reto para Mazda en términos de atención y servicio al cliente. Barbeyto asegura que la marca busca tratar a todos sus clientes por igual, independientemente del modelo que posean, reforzando la idea de que el dinero del cliente tiene el mismo valor, ya sea que haya invertido en un Mazda 2 o en una Mazda CX-90. “Estamos trabajando en encontrar la forma adecuada de atender a este nuevo perfil de cliente, que se caracteriza por ser más exigente y conocedor del mercado automotriz”, dijo.

En México, Mazda buscará comercializar alrededor de 170 unidades de la CX-90 al mes. Aunque pueda parecer una cifra modesta, representa un logro significativo en términos de rentabilidad para la marca y sus distribuidores. Con un margen de beneficio mayor en comparación con modelos de menor precio, vender 170 unidades al mes de la CX-90 puede equipararse a la venta de cuatro o cinco unidades de vehículos de entrada, como el Mazda 2.

El desafío ahora -reconoce Barbeyto- radica en encontrar la manera de brindar un servicio de alta calidad, que satisfaga las expectativas de los clientes de la CX-90, al mismo tiempo que atiende a los propietarios de modelos de entrada.

“La atención al cliente es fundamental, sobre todo en la cultura mexicana, donde se valora enormemente recibir un trato amable y satisfactorio. Entendemos que este valor agregado es lo que marcará la diferencia y los ayudará a destacarse en el mercado”, concluye.