Y la expectativa es que se mantenga fuerte los próximos meses gracias al impulso de las altas tasas de interés del banco central y las inversiones atraídas al país por el "nearshoring", como se le conoce al traslado de las cadenas de producción a Norteamérica desde Asia.
"Tener un tipo de cambio tan fuerte tampoco es muy bueno", dijo a Reuters Gerardo Copca, analista del mercado de capitales de la firma MetAnálisis. "Hacia adelante, si se mantiene por debajo de 17 pesos por dólar, yo creo que vamos a seguir viendo un tercer trimestre todavía con cierta debilidad (en los resultados)", agregó.
En el segundo trimestre, el gigante de las telecomunicaciones América Móvil AMXB.MX, del magnate Carlos Slim, dijo que sus ingresos, provenientes de 23 países de América Latina y Europa, cayeron 5% interanual por el efecto de convertir a pesos sus entradas de dinero del exterior.
Algo similar sucedió con la operadora de restaurantes Alsea ALSEA.MX, con presencia en una docena de naciones del continente americano y europeo, que dijo que sus ventas hubieran crecido a casi el doble que el 11% registrado en el trimestre de no haber sido por la marcada apreciación de la moneda.
El avance del peso también elevó los costos laborales del minero Grupo México GMEXICOB.MX y socavó las ventas de Becle CUERVO.MX, el productor de tequila José Cuervo, que disminuyeron un 2% arrastradas por menores ingresos provenientes de Estados Unidos y Canadá, su mercado más grande.
Desde la industria minera hasta las telecomunicaciones, pasando por los sectores de bebidas y alimentos, grandes firmas del país han venido sufriendo el impacto del fenómeno conocido como "súper peso".
"El tema predominante a lo largo de este año ha sido la presión sobre la rentabilidad, impulsada principalmente por los efectos de la conversión de divisas, los costos elevados de insumos y los desafíos relacionados con la mezcla geográfica", se lamentó la compañía en su reporte trimestral.