El miércoles, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció la apertura de una investigación sobre las subvenciones públicas chinas a los coches eléctricos, con el fin de defender a la industria europea de "precios artificialmente bajos".
En los últimos meses, Francia en particular abogó por una Europa más firme frente a las prácticas proteccionistas de China. Sin embargo, otros Estados miembros de la Unión Europea (UE), como Alemania, que dependen más del comercio internacional, temen contrariar a Pekín.
Las empresas europeas "son a menudo derrotadas en el terreno de los precios por competidores que se benefician de enormes subvenciones públicas. No hemos olvidado cuánto sufrió nuestra industria solar por las prácticas comerciales desleales de China", afirmó el miércoles la presidenta del ejecutivo europeo.
"Esta es una ventaja competitiva adquirida a través del trabajo duro" y "el resultado de una innovación tecnológica ininterrumpida", respondió el jueves el ministerio de Comercio chino.
China desarrolla desde hace varios años su sector de autos eléctricos y ha tomado la delantera sobre Europa y ahora busca desarrollarse en el extranjero.
Las marcas chinas estuvieron presentes este año en gran número en el Salón del Automóvil de Múnich, en Alemania, a principios de septiembre