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Juguetes Mi Alegría: cómo resistir y competir con las multinacionales

La compañía mexicana ha demostrado su capacidad para resistir la competencia de multinacionales en un mercado complejo, manteniéndose actualizada sin perder de vista un toque nostálgico.
vie 05 enero 2024 11:21 AM
La historia de Juguetes Mi Alegría: cómo resistir y competir con las multinacionales
El catálogo de Juguetes Mi Alegría es de más de 350 artículos.

Durante décadas, Juguetes Mi Alegría ha adoptado el lema "Aprendemos y jugamos" como expresión central de su misión. Fundada en 1956 por Ángel Algara de Azcué, esta empresa mexicana se ha dedicado a la fabricación de juegos de química y magia, que son populares durante el Día de Reyes y suelen formar parte de los regalos bajo los árboles de navidad de los niños mexicanos.

El enfoque principal de Juguetes Mi Alegría ha sido ofrecer productos didácticos, con la intención de combinar el entretenimiento con la educación. Su catálogo exclusivo está diseñado para que los niños aprendan mientras disfrutan de sus juegos.

A pesar de la presencia de competidores internacionales como Mattel o Hasbro, conocidos por marcas como Barbie, Polly Pocket, Power Wheels, Monopoly y Marvel, Juguetes Mi Alegría ha logrado mantenerse en el mercado. Esta resistencia se atribuye a la capacidad de la empresa para incorporar constantemente juguetes que siguen siendo atractivos y relevantes para su público objetivo, permitiéndole competir exitosamente en un sector dominado por empresas multinacionales.

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Cómo surgió Juguetes Mi Alegría

Los orígenes de esta juguetera se remontan a 1937, cuando Algara de Azcué optó por crear y comercializar cosméticos para niñas. Esta decisión fue motivada por la observación de su nieta, quien jugaba con el maquillaje de su madre. Casi 20 años después, el emprendedor fundó Juguetes Mi Alegría y, desde entonces, ha mantenido su presencia en el mercado durante casi 70 años.

A lo largo de los años, la empresa ha desarrollado 350 juguetes, distribuidos en categorías como científica, mini chef, moda y belleza, artes y manualidades, y novedades, según su página de comercio electrónico, donde se puede acceder a su catálogo.

Hasta la fecha, los sets de maquillaje y las zapatillas han perdurado como algunos de los productos más emblemáticos de la marca mexicana, experimentando ligeras modificaciones a lo largo de las décadas.

Actualmente, la empresa, con sede en la Ciudad de México, cuenta con un equipo que oscila entre 50 y 200 empleados, según su perfil en Linkedin.

Las claves del éxito

Si bien Mi Alegría sigue siendo una empresa familiar, como muchas en México, los propietarios forman parte de la dinastía Algara. Una característica distintiva de la marca es la continuidad en su imagen corporativa, sin cambios en tipografía y colores a lo largo del tiempo. Aunque la estrategia de marketing parece mantener un enfoque clásico, la empresa utiliza plataformas de redes sociales como TikTok para permanecer presente en la mente de los niños interesados en aprender, un nicho de mercado al que se dirigen de manera específica.

Según Luis Felipe Díaz Muñoz, profesor en la Escuela Bancaria y Comercial (EBC) y experto en mercadotecnia y neuromarketing, uno de los aciertos de la empresa radica en su estrategia de marketing basada en la nostalgia, que logra establecer conexiones con momentos especiales de la vida. Esta táctica le permite a Juguetes Mi Alegría conectarse con diferentes generaciones, creando un vínculo entre padres e hijos.

Además, el académico destaca la efectividad de la empresa al compartir tutoriales de sus productos en redes sociales como TikTok, donde los niños tienen acceso a través de sus padres. Esta estrategia refuerza la presencia de la marca de manera constante a lo largo del año, no limitándose a temporadas específicas.

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El enfoque didáctico es uno de sus principales diferenciadores. Incluso marcas que tradicionalmente no están vinculadas con el ámbito de los juguetes, como es el caso de Crayola, han optado por lanzar productos que estimulan la creatividad para mantenerse relevantes en el mercado.

Díaz Muñoz destaca un acierto clave en el proceso de actualización de Mi Alegría. Señala que la empresa ha logrado superar la barrera de género, tanto en el diseño de los empaques como en el contenido compartido en redes sociales respecto a sus juguetes.

Anteriormente, ejemplifica Díaz Muñoz, era común que los juguetes destinados a la creación de pasteles estuvieran dirigidos exclusivamente a las niñas. Sin embargo, en la actualidad, estos sets han evolucionado para ser inclusivos, dirigidos a ambos géneros. Este cambio se refleja también en otros juegos, como los de fabricar pelotas o joyas.

La juguetera mexicana también ha optado por establecer una colaboración con Kiwilimón, la reconocida página de recetas, para lanzar una fábrica de donas. Sin embargo, esta iniciativa no se limita solo a eso, ya que, siguiendo las tendencias actuales, también han incorporado una fábrica de Bubble Tea (té de burbujas o de perlas), una bebida de gran popularidad entre la generación Z.

"Esto posiciona a la empresa como una entidad receptiva a las tendencias del mercado y adaptable a las preferencias cambiantes de su audiencia”, declara el académico.

A pesar de la introducción de estos nuevos productos, la empresa no ha descuidado los clásicos juegos de química, el microhornito y la máquina de raspados. Estos artículos, que evocan la nostalgia de los niños de los 80, continúan siendo exitosos y se mantienen dentro de la línea de juguetes clásicos.

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