El bacanora, un destilado arraigado en las tradiciones de la sierra de Sonora, está experimentando un resurgimiento en la escena de las bebidas espirituosas, tanto a nivel nacional como internacional. Elaborado a partir del agave angustifolia haw, conocido localmente como yaquiana, el bacanora ha sido durante mucho tiempo una bebida de importancia cultural en la región.
Sin embargo, su historia estuvo marcada por un período de prohibición que comenzó en 1915 con la llamada 'Ley Seca' impuesta por el gobernador Plutarco Elías Calles. Esta medida sumió al destilado sonorense en la clandestinidad y afectó gravemente su producción y distribución hasta el levantamiento de la prohibición en 1992. A pesar de este revés histórico, los productores sonorenses han trabajado para revitalizar esta bebida, obteniendo la denominación de origen en el año 2000 y estableciendo medidas reguladoras para su producción y comercialización.
En la actualidad, el bacanora está ganando popularidad entre los consumidores de agave, tanto en México como en el extranjero. Empresas como Agaves Prohibidos están liderando este resurgimiento, estableciendo estándares de calidad y expandiendo su presencia en mercados internacionales como Estados Unidos y Europa.
“Los destilados son la categoría que más crece a nivel mundial, claramente el tequila es el que les gana a todos, por mucho. El mezcal va muy bien, y luego está el bacanora”, dice Ernesto Rivas, director general adjunto de Agave Prohibido, empresa dueña de Bacanora Aguamiel y 100 Pueblos.