Los supermercados, en particular, han sido rápidos en su recuperación, reabriendo solo dos semanas después del desastre para proporcionar los suministros esenciales. Sin embargo, gigantes como Walmart enfrentaron pérdidas significativas, con el huracán causando estragos en sus operaciones y generando una pérdida estimada de casi 1,500 millones de pesos, además de daños en 35 de sus tiendas.
La reconstrucción de los hoteles, a medio camino
La afluencia turística aún no ha alcanzado niveles previos al desastre, pero hay señales de esperanza. Visitantes de diversos países como Estados Unidos, Canadá y Argentina han sido testigos de la reapertura gradual de hoteles y negocios locales.
Aunque la playa parece más tranquila de lo habitual, los vendedores ambulantes continúan ofreciendo sus servicios, confiando en la pronta recuperación del turismo. Rosa, una lugareña que vive de hacer trenzas y masajes, llegó a la playa al saber sobre la reapertura del hotel. Y aunque aún no hay la afluencia que se tenía antes de ese fatídico 25 de octubre, confía en que pronto los visitantes volverán al puerto a pasar, por lo menos un fin de semana.
La mujer de aproximadamente 50 años comenta que en otros hoteles de la zona la llegada de visitantes inició desde diciembre, y han ido aumentando paulatinamente. Mientras, espera que los ingresos de su trabajo se recuperen poco a poco, pues de hasta 20 servicios de trenzado que hacía, ahora lo máximo son tres.
“En Semana Santa ya se vio más gente, llegan más a La Costera (Miguel Alemán), aunque no hay tantos hoteles. Yo trabajo también allá, pero vine a ver de este lado, porque dijeron que abrieron el hotel”, comenta, mientras señala el Princess Mundo Imperial.
Este complejo, protagonista de imágenes impactantes durante el huracán, ha reabierto parcialmente sus puertas para recibir a los asistentes del Tianguis Turístico, marcando un hito en la recuperación económica de la región. Aunque solo una de sus tres torres está en funcionamiento, el personal trabaja arduamente para ofrecer una experiencia acogedora a los visitantes.
En las instalaciones aún se escuchan ruidos de taladros y las voces del personal de mantenimiento que dan los últimos retoques a las habitaciones de la Torre Perla, la única de tres en funcionamiento. Arreglan picaportes de las puertas, alistan los baños y los aires acondicionados.
"Empezamos a trabajar el 8 de abril, y ya esperamos huéspedes para este fin de semana. Esperemos que pronto estemos llenos de nuevo", dice un mesero del restaurante del hotel.
El titular de la Secretaría de Turismo, Miguel Torruco, enfatiza la importancia de eventos como el Tianguis Turístico, un encuentro de negocios sectorial realizado cinco meses después del huracán en el puerto. “Aunque los resultados no son comparables con otras ediciones, nuestro objetivo se cumplió: mostrar que Acapulco está vigente y renaciendo para volver a ser un gran destino nacional e internacional", dijo Torruco durante la clausura de la feria turística.
Sin embargo, las cifras aún muestran un largo camino por delante. De las 21,000 habitaciones hoteleras disponibles antes del huracán, solo 9,500 están operativas, representando un avance de 45% en la recuperación de la infraestructura hotelera. El daño causado por Otis fue devastador, afectando 80% de los hoteles en Acapulco.
Hasta diciembre del año pasado, la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) informó que realizó el pago de indemnizaciones a 98 hoteles, por un monto de 1,729 millones de pesos.
Además de los hoteles pertenecientes al Grupo Mundo Imperial, el hotel Las Brisas ya está operativo, junto con varios hoteles de categoría dos estrellas. Aunque Carlos Slim, propietario del Hotel Calinda Beach, se comprometió a tener disponibilidad este mes, no es posible realizar reservas a través de su página web, que indica que no hay disponibilidad.
La reconstrucción de la vivienda, el otro pendiente
En la desierta Playa Revolcadero, el aroma salado del mar se percibe a lo lejos, donde se alzan imponentes las estructuras grises de la Torre Pirámide y la Torre Princesa, desprovistas de ventanas, sin tuberías y sumidas en casi total oscuridad. Según Seyed Rezvani, director general de Mundo Imperial, se espera que ambas estén operativas hacia el año 2025.
Este paisaje de edificaciones vacías se repite en otras áreas de la Zona Diamante, donde grandes construcciones sin iluminación parecen abandonadas en la distancia. Sin embargo, estas no son instalaciones hoteleras, sino complejos residenciales que aún no tienen fecha para su rehabilitación.