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La apuesta de Sheinbaum por las energías renovables sí incluye a los privados

La candidata se ha desmarcado del discurso obradorista. Jorge Islas, quien lidera su equipo energético, explica la política a ejecutarse en caso de ganar las elecciones.
vie 19 abril 2024 05:30 AM
Claudia Sheinbaum
Claudia Sheinbaum lidera las encuestas hacia la presidencia.

Jorge Islas, el científico que lidera el proyecto energético de la candidata de la coalición "Sigamos Haciendo Historia", Claudia Sheinbaum, se niega a considerar como "conciliación" el hecho de que la política morenista se acerca a la iniciativa para asegurarles que –de ganar las elecciones– esta vez sí estarán incluidos en los proyectos del mercado energético.

La palabra "conciliación" aparece porque el actual sexenio ha estado marcado de confrontaciones entre el ejecutivo y empresarios, la mayoría del sector eléctrico y petrolero.

La candidata ha expresado abiertamente su compromiso con la promoción de las energías renovables, un aspecto que la distingue de la política actual y refuerza su identidad como científica. Sin embargo, su disposición hacia el sector privado ha sido más discreta y no ha sido destacada en su discurso. Hace poco se reunió con un grupo de empresarios para plantear una inversión cercana a los 13,000 millones de dólares en proyectos eléctricos, en los que estarían incluidos.

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Ahora, Islas, un científico de formación, dice que, aunque la estatal CFE tendrá un papel importante en la generación eléctrica, para llevar a cabo el impulso a las energías renovables –en dado caso de ganar la elección del próximo junio– sí requerirán de la iniciativa privada.

“Creo que lo que ha pasado mucho en el sector es que hubo un proceso de aprendizaje que fue muy duro para México porque hubo conflictos que llegaron hasta los tribunales y lo que creo es que la doctora (Sheinbaum) está proponiendo es que ahora dialoguemos”, dice Islas en una entrevista. “El sector privado tiene mucha disposición al diálogo. Lo digo porque he estado llevando muchas reuniones y mesas de trabajo y hay mucho deseo de que ahora tengamos otro método”, añade.

La política planteada por el lado morenista incluye la continuación de una premisa colocada desde este sexenio: el 56% de la electricidad sería generada por la estatal CFE y el resto por el sector privado.

“La doctora (como se refiere Islas a Claudia Sheinbaum) quiere que la iniciativa privada nos acompañe, pero con reglas claras, que al rato no estemos otra vez con disputas en tribunales, sino que todo salga a través del diálogo”, comenta el investigador. Además, señala que todavía se están elaborando los mecanismos de participación en caso de que los votos les sean favorables. “Su administración, en el caso de ganar, va a tener dos grandes sellos: energía renovables y eficiencia energética”, comenta.

Jorge Islas
Jorge Islas lidera los trabajos del mercado energético del equipo de Sheinbaum.

Un diferenciador con la política obradorista actual, relata, es el impulso que se buscaría dar al ramo de transmisión y distribución, uno en el que no se ha invertido este sexenio y que ha limitado la entrada de nuevas centrales eléctricas. En este rubro sólo puede invertir el Estado, según los lineamientos constitucionales. La reforma energética de 2013 abrió la actividad de generación eléctrica a los privados, pero dejó a ésta primera como monopolio para la CFE.

Pero Islas dice que el plan energético que ellos plantean sí incluye inversión privada en transmisión y distribución, que aún están ideando los mecanismos, pero que saben que necesitan de esa inversión privada para llenar este vacío en el sistema eléctrico. Menciona, por ejemplo, que los privados podrían construir, operar y al final del contrato transferir los activos a la empresa pública.

Los planes también incluyen adherir otras verticales de negocio como la producción de hidrógeno y la cogeneración. “Lo que les puedo decir es que a mí, la doctora (me ha pedido) un plan de transición energética hacia el año 2050, en donde nos acerquemos al cero de emisiones”.

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El apoyo a Pemex y su estrategia

Dentro de los lineamientos principales de la política energética que se diseña desde el equipo morenista ya se ha planteado una meta en cuanto a la producción de petróleo: de 1.8 millones de barriles diarios, una cifra similar a la que se produce actualmente y lejos de las altas expectativas de la administración obradorista.

Pero sólo se diferenciaría en tener un objetivo menor en cuanto a la producción. De ganar las elecciones, dice Islas, se continuaría la política que se ha puesto en marcha desde este abril, que incluye la disminución de las exportaciones y el centrarse en la producción interna de combustibles. Islas dice que no se trata de un mal negocio para la compañía y que los ingresos que no se obtengan por el envío de crudo al extranjero podrán compensarse con la producción local de gasolinas.

Aunque por ahora, los datos de la petrolera dicen algo distinto. La filial de Pemex Transformación Industrial –que contiene el negocio de las refinerías– no ha dejado de reportar pérdidas.

Pero el equipo de Sheinbaum tiene otros datos. Jorge Islas plantea un escenario que, dice, haría de la producción de combustibles un negocio rentable: cuando las refinerías procesarían alrededor del 70% de su capacidad –ahora lo hacen alrededor del 60%– y las coquizadoras de Salina Cruz y Tula entren en funcionamiento.

El equipo de la hasta ahora líder en las encuestas descarta la venta de activos de la compañía como una forma de aliviar las presiones financieras de la petrolera y, aunque saben que el espacio fiscal es limitado, asegura que el soporte financiero a Pemex continuará, tal y como ya lo esperan los analistas y las calificadoras. “Si no se completa en este sexenio (el rescate a Pemex) se va a seguir apoyando a Pemex hasta que se tengan las condiciones para que salga por sí sola”, dice Islas.

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