En lugar de avanzar en la modernización del parque vehicular, la administración actual ha centrado sus esfuerzos en la legalización de los llamados “autos chocolate”, lo que ha tenido un impacto negativo en la industria y en el medio ambiente.
Esta medida, implementada desde marzo de 2022 y programada para finalizar el 30 de septiembre de este año, tiene como objetivo la regularización de aproximadamente 2.5 millones de vehículos, marcando un hito histórico en el país. Para ilustrar su impacto, la AMDA destaca que en Tamaulipas, la cantidad de vehículos ilegales regularizados durante este período supera las ventas de autos nuevos en la entidad en la última década.
"Estamos contrarrestando cualquier avance en la modernización del parque vehicular en los próximos 10 años, tanto por parte de la industria como de los consumidores, al incorporar vehículos nuevos, más eficientes y tecnológicamente avanzados, incluso cuando nos enfrentamos al desafío de transitar hacia la electromovilidad", añadió el líder de la asociación.
Los candidatos presidenciales Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez han expresado sus intenciones de electrificar y modernizar el transporte público de pasajeros, pero la industria considera que aún falta atención en lo que respecta a los vehículos particulares.
Actualmente, la AMDA, en conjunto con otras asociaciones del sector automotriz, está elaborando un documento con demandas y acciones concretas para la descarbonización. Se espera que este documento esté listo a mediados de mayo y se presentará a los candidatos presidenciales antes de las elecciones del próximo 2 de junio.
Algunas de las líneas de acción tienen que ver con el diseño de esquemas que impulsen la adopción de nuevas tecnologías. Guillermo Rosales sugiere que esto podría lograrse mediante el financiamiento en condiciones favorables, con la participación de la Banca de Desarrollo, la banca privada y las financieras de marca.
Además, destaca la necesidad de modernizar los trámites fiscales y el cumplimiento normativo, abarcando no solo la adecuación a las normas ambientales, sino también la implementación de una inspección técnica-vehicular universal que evalúe las condiciones físico-mecánicas de los vehículos.