Durante la crisis de semiconductores provocada por la pandemia de covid-19, que afectó gravemente la fabricación de automóviles en todo el mundo, la producción de vehículos pesados en México mostró una notable resistencia. Mientras que el ensamblaje de automóviles ligeros sufrió disrupciones significativas en la cadena de suministro hasta 2023, la producción de camiones y autobuses en México logró sortear estas dificultades desde finales de 2022.
Cifras récord y exportaciones
En 2023, México ensambló 222,813 vehículos pesados, la cifra más alta registrada hasta la fecha, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). La industria, representada por la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (Anpact), exporta estos productos a 15 países diferentes cada año. Norteamérica es el principal destino, acumulando el 99% de las exportaciones de vehículos pesados.
Sin embargo, esta fuerte dependencia del mercado norteamericano también conlleva riesgos. “Las exportaciones van mayoritariamente a Estados Unidos y en este sentido disminuyeron 13%. Como saben, existe un poco de volatilidad e incertidumbre dentro de Estados Unidos. La economía también está un poco más lenta de lo esperado, con muchas situaciones, entre ello lo de las elecciones que viene”, mencionó Rogelio Arzate, presidente de Anpact.
A pesar de estos desafíos, la industria mexicana de vehículos pesados sigue creciendo y está empezando a enfocarse más en el mercado local y en la región de América Latina. En noviembre del año pasado, la empresa china Shacman anunció una inversión en una fábrica de camiones a diésel y gas en Querétaro, destinada a abastecer tanto al mercado mexicano como al latinoamericano.
El 95% de la producción de vehículos pesados en México se centra en camiones, mientras que el porcentaje restante corresponde a autobuses, según cifras del INEGI.
Además, esta industria ha sido pionera en la adopción de nuevas tecnologías. Desde 2018, Kenworth ha estado exportando camiones eléctricos ensamblados en su planta de Mexicali, Baja California, adelantándose a la producción de vehículos eléctricos ligeros, como el Ford Mustang Mach-E, que comenzó a exportarse a principios de 2020.