Adaptarse o sanción: Retos de las empresas por los cambios a la jornada laboral

Contexto legislativo actual de la jornada de trabajo

Explotación laboral

A partir del 7 junio de este año, aquellas jornadas de trabajo que rebasen lo estipulado por la ley serán sancionadas con una pena de 5 a 10 años y una multa de 4 mil a 30 mil días, al considerarse explotación laboral.

El cambio proviene de una reforma al artículo 21 de la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos (LGPSEDMTP).

Durante la conferencia Perspectivas sobre la gestión de jornadas laborales en el entorno actual en México, Alejandro Caro, experto e integrante de EY México, explicó que existen tres jornadas de trabajo, cada con su límite de horas

En el caso de las horas extras, el experto explicó que solo deben recurrirse de manera especial, y no añadirse en la jornada.

“Hay una regla en particular que dice solamente cuando por circunstancias extraordinarias se requiera prolongar la jornada, por eso es tiempo extraordinario. Si yo tengo a mi trabajador laborando todos los días dos horas extras de manera fija, pues eso es una extensión de la jornada más que tiempo extra”, mencionó.

Dicho esto, es el caso en que los trabajadores estén en una jornada que superen estos límites, sería un caso de explotación laboral que establece el artículo 21 de la LGPSEDMTP.

“Después de este tiempo, todas las jornadas que excedan más de nueve horas de tiempo extraordinario, ya la ley sancionaba que se tenían que pagar con un salario triple y que las empresas eran acreedoras a multas. Sin embargo, lo que recopila esta nueva disposición a la reforma a la Ley de Trata de Personas es la dignidad humana”, comentó Jacqueline Álvarez, Socia de PAS Laboral.

Esta reforma busca sumar protección a los trabajadores para que puedan acceder a un descanso digno.

Un día extra de descanso y salario íntegro

Por su parte, el 5 de noviembre se presentó una iniciativa de reforma que busca modificar el apartado A, fracción IV, y el apartado B, fracción II, del artículo 123 de la Constitución, para establecer un descanso laboral digno.

La propuesta busca agregar un día más de descanso por cada cinco días.

Aunque falta su discusión, aprobación o rechazo, es un escenario que deben considerar las empresas para prestar más atención a cómo son las jornadas laborales de sus trabajadores.

¿Qué deben hacer las empresas ante los cambios en la jornada?

Para empezar, se debe considerar lo que implica el cambio en el artículo 21 de la Ley de Trata de Personas. Jacqueline Álvarez explicó que al pasar a un delito penal, el ofendido, o el trabajador que tuvo una jornada laboral superior a la legal, puede acudir a la Fiscalía o Ministerio Público para levantar una denuncia. Esto iniciaría un proceso de investigación.

Por ello, las empresas deben contar con instrumentos que comprueben que no existen ese tipo de prácticas. Las organizaciones deben analizar en qué áreas y/u operaciones están pagando más tiempo de manera constante, para formar estrategias que lo eviten, para no traspasar los límites legales.

Álvarez explica que los reglamentos internos, y los contratos estén adecuados a la modificación, de tal manera que todo el personal los conozca, y eviten superar los límites. Añadió que disponer de un buzón de quejas también puede ser una herramienta para detectar casos, además de violencia laboral.

Puntos clave y necesarios para las empresas

Jacqueline propuso una serie de puntos que deben considerar las organizaciones ante los cambios sobre la jornada laboral. El primero es la flexibilidad a la estructura de los horarios.

Debido a que varias industrias como la manufacturera, constructora o la hotelera pueden verse afectadas si se maneja un mismo horario, pueden buscar una reestructuración que alcance los objetivos.

En segundo lugar está estudiar la productividad y eficacia. Este debe priorizar como indicador, más que las horas trabajadas. Si se logra aumentar o mantener una productividad en una jornada, no será necesario tiempo extra, que es el tercer punto que marca Jacqueline Álvarez, los costos de tiempo extraordinario, en el que exista un mayor control de asignación.

En cuarto lugar siguen los instrumentos jurídicos, reglamentos y contratos internos que estén alineados a cumplir con lo que establece la ley mexicana, que les sirvan como defensa.

Para el punto cinco, Álvarez lo determina como “impacto positivo en prestaciones y beneficios”, en el que las empresas ofrezcan beneficios flexibles que sean competentes para los trabajadores.

Por último, una gestión de cambio y comunicación entre los principales agentes: empresa, trabajadores y sindicatos, donde se explique se la organización está migrando a un nuevo modelo operativo, a raíz de los cambios a las jornadas laborales.