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La estrategia de Brother para reinventar las máquinas de coser

Lejos de ser un producto generacional exclusivo de “señoras costureras”, las máquinas de coser ahora atraen a un público diverso. Lograr esta evolución requirió de una estrategia de reposicionamiento.
mié 26 marzo 2025 11:05 AM
Brother y el renacer de las máquinas de coser: ya no es una cuestión de "viejitos"
Lejos de ser un producto generacional exclusivo para “señoras costureras”, las máquinas de coser ahora atraen a un público diverso.

Durante años, las máquinas de coser fueron un emblema del hogar tradicional. Las recordamos como piezas robustas y esenciales en la decoración de la sala de costura de nuestras abuelas. Con el tiempo, parecían haber desaparecido de nuestras vidas, relegadas al estereotipo de "artefacto del pasado".

Sin embargo, las máquinas de coser no solo han sobrevivido; han encontrado una nueva vida, adaptándose a las demandas de una era marcada por la creatividad, la sustentabilidad y las redes sociales. Brother ha capitalizado esto, convirtiendo a estas herramientas en aliadas de diseñadores emergentes, emprendedores y creadores digitales.

Aunque para llegar a ello, la marca japonesa tuvo que preguntarse ¿cómo reposicionar un producto asociado a una generación mayor? La respuesta fue sencilla pero poderosa: evolucionar con el consumidor. “Pasamos de las máquinas tipo escritorio enormes a modelos más compactos, tanto mecánicos como digitales y fáciles de usar”, dice Lucelena Rodríguez, gerente de Marketing de Brother International de México.

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El cambio también implicó responder al auge de nuevas tendencias como el upcycling, que promueve la reutilización creativa de prendas, y al DIY fashion, cuya visión es ‘hazlo tú mismo’; ambas propuestas impulsadas por un público joven y consciente del cuidado del planeta.

Este renovado interés por la costura ha transformado las percepciones culturales y ha dado paso a un mercado en crecimiento. Según Data Bridge Market Research, se espera que el mercado global de máquinas de coser experimente una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 5.8% durante el periodo de 2021 a 2028. En el mercado mexicano, Brother dice tener más del 50% de participación y un crecimiento de más del 40% año contra año.

Para Rodríguez, el resurgimiento de las máquinas de coser no es un fenómeno aislado, sino el resultado de la confluencia de fuerzas culturales y de mercado. La moda emergente y la personalización han dado un giro a cómo consumimos y creamos ropa, gracias a tendencias globales como el athleisure, que combina lo deportivo con lo cotidiano, y la moda genderless, que desafía las normas tradicionales de género.

Brother identificó esta ola y la ha canalizado a través de iniciativas como el concurso #CreaConTuEstilo, el cual en su última edición atrajo a más de 1,900 participantes de México, desde aficionados hasta diseñadores profesionales. “Este concurso nos permite conectarnos con los creadores y demostrar que nuestras máquinas son herramientas de expresión”, afirma Rodríguez.

A esto se suma la sustentabilidad y la economía circular, ya que la moda, pese a ser una de las industrias más contaminantes, ofrece un terreno fértil para soluciones innovadoras. De acuerdo con un informe de la ONU sobre Comercio y Desarrollo, citado por la UNAM, este sector es responsable de aproximadamente el 10% de las emisiones globales de carbono, y supera las emisiones combinadas de todos los vuelos y envíos marítimos internacionales.

Asimismo, consume alrededor de 93,000 millones de metros cúbicos de agua al año, una cantidad suficiente para satisfacer las necesidades de cinco millones de personas. En este escenario, Rodríguez asegura que han convertido la sustentabilidad en el núcleo de su estrategia, al promover el reciclaje de prendas y patrocinar proyectos de moda sostenible en universidades y eventos como el Carnaval de Rio de Janeiro, en Brasil.

“Nuestro enfoque no es solo vender máquinas, sino inspirar a las personas a reutilizar y transformar”, enfatiza Rodríguez. Además, en un mundo hiperconectado, Brother ha encontrado en las redes sociales un medio ideal para revitalizar su imagen. “En plataformas como TikTok e Instagram, las máquinas de coser pasaron de ser vistas como artefactos anticuados a objetos cool para proyectos creativos”, comenta.

Dar talleres en vivo y hacer colaboraciones con influencers como Valeria Villalobos, Viviana Strobl y Fátima Hernández, y diseñadores como Alexia Ulibarri, Jonathan Morales, Natalia Silva y Mancandy han ayudado a la marca a conectar con un público joven que ve en la costura una forma de expresión creativa y un camino para sobresalir.

El nuevo perfil del consumidor

Lejos de ser un producto generacional exclusivo para “señoras costureras”, las máquinas de coser ahora atraen a un público diverso. Jóvenes de entre 18 y 30 años forman un segmento clave, sobre todo estudiantes de diseño de moda y emprendedores que ven en estas herramientas una forma de lanzar sus propios negocios.

Pero el mercado no se detiene ahí. Brother también atiende a maquilas y talleres semi-industriales con productos como bordadoras y máquinas digitalizadas, cuyos precios oscilan entre los 5,300 y 180,000 pesos. Esta amplia gama permite a la marca abarcar desde el consumidor casual hasta el profesional exigente.

Pese a ello, Brother enfrenta varios retos. Uno de ellos es seguir desmitificando la idea de que las máquinas de coser son "obsoletas". Otro es mantener su posicionamiento en el mercado. Con rivales como Singer y marcas chinas como Tajima, Brother ha optado por diferenciarse a través de la innovación tecnológica y la experiencia del cliente.

“Algo que hacemos para darle seguridad a la gente que no necesariamente está familiarizada con las máquinas de coser es que, al comprar cualquiera de nuestras máquinas, tiene horas gratis de capacitación para utilizarlas. Los acompañamos en todo el proceso, antes y después de la compra, para que puedan usar su máquina y sacarle provecho”, asegura Rodríguez.

Actualmente, Brother importa todas sus máquinas de coser desde plantas en Asia, donde son fabricadas. En México, cuenta con oficinas y un almacén que centraliza la distribución, con un modelo de ventas dividido en un 60% a través de retail y un 40% destinado a distribuidores.

En retrospectiva, el renacer de las máquinas de coser deja ver cómo los objetos que creíamos relegados al pasado pueden reinventarse para satisfacer las demandas del presente. Hoy una máquina de coser es una herramienta de creatividad, un medio para promover la sustentabilidad y una vía para crear nuevos negocios. En manos de jóvenes creadores, emprendedores y costureros, estas máquinas no solo se mantienen vigentes, sino que continúan ganando relevancia en el mercado, una puntada a la vez.

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