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¿Quién es el dueño de Cloudflare, la empresa responsable del 20% del internet mundial?

Conoce quién es el dueño de Cloudflare, así como el origen, la evolución y los responsables detrás de la empresa que sostiene miles de servicios en línea.
mar 18 noviembre 2025 12:36 PM
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El origen de la empresa se remonta a 2004, cuando Matthew Prince y Lee Holloway plantearon una pregunta puntual: de dónde proviene el spam en el correo electrónico. (iStock)

La caída reciente de Cloudflare dejó fuera de servicio plataformas como ChatGPT, Canva y X, lo que generó fallas visibles para usuarios en distintos servicios digitales conectados a su red. El incidente se originó por un archivo automatizado que superó el tamaño previsto para gestionar tráfico, lo que provocó errores en parte de los sistemas que administra.

Ahora la conversación apunta a la compañía detrás de la infraestructura, la cual gestiona alrededor del 20% del tráfico global de internet y funciona como intermediario entre usuarios y plataformas digitales. Te decimos quién es el dueño de Cloudflare y cómo pasó de ser un proyecto creado para rastrear spam a convertirse en una pieza clave del funcionamiento de la red.

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¿Quién es el dueño de Cloudflare?

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Global Images Ukraine (Global Images Ukraine via Getty )

Matthew Prince aparece como cofundador y figura central de Cloudflare desde su creación. Su rol se menciona en cada etapa de la historia de la empresa y continúa presente como responsable de decisiones estratégicas. Su participación no solo está ligada a la idea inicial, sino a la transición del proyecto hacia una compañía con financiamiento, estructura y operación global.

En el trabajo inicial participaron también Lee Holloway y Michelle Zatlyn. Holloway desarrolló la arquitectura técnica sobre la cual evolucionó la herramienta original y fue responsable del primer prototipo funcional. Zatlyn se integró durante la etapa en que la idea pasó de ser un proyecto experimental a un negocio estructurado con un plan formal. Ambos aparecen como pilares del desarrollo técnico y operativo desde los primeros años.

La transición de iniciativa experimental a empresa formal se concretó cuando Prince impulsó la búsqueda de inversión para ampliar recursos, contratar personal especializado y establecer operaciones desde oficinas en California. Ese paso permitió que la compañía avanzara hacia un modelo empresarial que ofrecía servicios de infraestructura a escala global.

Con ese proceso se consolidó el control de Cloudflare en su estructura actual y su presencia en el ecosistema digital. El crecimiento sostenido y la adopción de la plataforma explican por qué se considera una empresa clave en el funcionamiento de internet a nivel global.

De Project Honey Pot al diseño del concepto de Cloudflare

El origen se remonta a 2004, cuando Matthew Prince y Lee Holloway plantearon una pregunta puntual: de dónde proviene el spam en el correo electrónico. Para responderla desarrollaron un sistema que permitía rastrear cómo actores maliciosos obtenían direcciones mediante rastreo automatizado. Ese proyecto se llamó Project Honey Pot.

Project Honey Pot comenzó como una herramienta de observación, pero evolucionó conforme administradores de sitios detectaron nuevos comportamientos maliciosos. Miles de páginas de más de 185 países se sumaron al proyecto y aportaron información. El sistema detectaba intentos de acceso abusivo, rastreo automatizado y patrones asociados con ataques. La herramienta funcionaba como un sistema colaborativo que registraba y analizaba intentos de abuso digital para identificar patrones y métodos utilizados por actores maliciosos.

Aunque los participantes valoraban la capacidad de observar comportamientos dañinos, surgió una petición constante: no solo rastrear amenazas, sino detenerlas. Esa solicitud marcaría el punto de inflexión para ampliar el alcance del proyecto.

El aprendizaje acumulado durante esos años permitió establecer las bases técnicas para lo que se convertiría en Cloudflare, al reunir datos sobre ataques en internet y comprender los patrones que debían mitigarse.

Del aula de Harvard a la construcción de la empresa

Durante 2009, Prince tomó una pausa profesional para cursar un MBA en Harvard Business School. Ahí conoció a Michelle Zatlyn. En una conversación, Prince describió el funcionamiento del proyecto y la comunidad internacional que participaba en él. Zatlyn identificó una oportunidad para crear un servicio que no solo observara el tráfico malicioso, sino que actuara para bloquearlo.

Ambos comenzaron a desarrollar un plan de negocio. El primer nombre considerado fue “Project Web Wall”, aunque no se mantuvo. Un conocido de Prince sugirió que el concepto se asemejaba a un firewall en la nube, propuesta que derivó en el nombre Cloudflare. El equipo trabajó con docentes de la institución para refinar el modelo mientras Holloway construía un prototipo funcional.

En abril de ese mismo año, la propuesta ganó la competencia de planes de negocio de Harvard Business School, lo que validó la viabilidad del proyecto ante asesores e inversionistas. Posteriormente, los cofundadores se trasladaron a California para continuar la fase de desarrollo tecnológico y organización empresarial.

Durante noviembre de 2009, Cloudflare cerró una ronda de inversión Serie A con fondos como Venrock y Pelion Venture Partners. Ese financiamiento permitió la contratación de personal técnico e iniciar operaciones formales como empresa.

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Cómo Cloudflare se convirtió en pieza estructural del funcionamiento de internet

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Cloudflare (Facebook)

Con la primera ronda de inversión asegurada, el equipo comenzó la contratación de personal especializado en infraestructura, seguridad y redes. El grupo reunía perfiles provenientes de compañías como Google, PayPal, Yahoo y Mint.com. La propuesta central que comunicaban era participar en la construcción de un internet más funcional, lo que atrajo talento técnico.

Un tema recurrente entre asesores y especialistas era la preocupación por la latencia. La herramienta estaba diseñada para actuar como intermediaria entre usuarios y servidores, lo que podía generar tiempos de carga más lentos. El equipo se enfocó en eliminar retrasos, optimizar procesos y mejorar la eficiencia del sistema antes de su lanzamiento público.En junio de 2010 se inició una beta privada para miembros seleccionados del Project Honey Pot. Poco después comenzaron a reportar una situación inesperada: además de bloqueo de tráfico malicioso, los sitios cargaban alrededor de un 30% más rápido. Esa mejora se atribuyó a la eficiencia en distribución de contenido, almacenamiento temporal de archivos estáticos y filtración previa de tráfico no deseado.

El lanzamiento público se realizó el 27 de septiembre de 2010 durante TechCrunch Disrupt en San Francisco. Desde ese momento la adopción aumentó progresivamente. Con los años, la empresa lanzó múltiples funciones, abrió oficinas en distintos países y estableció cientos de centros de datos en una red global. Ese crecimiento permitió operar como intermediario para millones de sitios web y gestionar alrededor del 20% del tráfico mundial.

Qué provocó la caída reciente y qué implica para la infraestructura digital

La interrupción reciente afectó a múltiples plataformas conectadas a sus servicios. Según la empresa, se registró un aumento repentino de tráfico inusual hacia uno de sus servicios y se identificó un archivo de configuración generado de forma automática como origen del problema. Ese archivo superó el tamaño esperado de entradas y provocó un fallo en el sistema encargado de administrar tráfico y amenazas.

Voceros señalaron que no existen indicios de que se tratara de un ataque malicioso. También indicaron que cualquier interrupción es inaceptable dada la relevancia de su operación dentro del ecosistema digital y ofrecieron disculpas públicas.

El incidente se compara con lo ocurrido el año previo con CrowdStrike, cuando una actualización defectuosa provocó fallas en sistemas Windows utilizados por aerolíneas, bancos y hospitales. En ambos casos, una falla técnica aislada generó afectaciones amplias por la concentración de servicios de infraestructura en pocos proveedores.

Episodios así alimentan cuestionamientos sobre la dependencia tecnológica global en empresas de infraestructura digital y la necesidad de establecer mecanismos de resiliencia y alternativas operativas que reduzcan el impacto de fallas en plataformas centrales.

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