Expansión platicó con Mauricio Calva, académico de la Facultad de Empresariales de la Universidad Panamericana (UP) y experto en temas financieros y de banca; y con Juan Kasuga, director de Creditaria, empresa broker de movilidad hipotecaria, para conocer los pros y contras de esta opción:
¿Qué es la movilidad hipotecaria?
La movilidad hipotecaria te permite llevar tu crédito hipotecario de una institución a otra que te ofrezca mejores condiciones y se ajuste a tus necesidades.
“¿Para qué nos sirve? Para encontrar un mejor crédito. ¿Qué quiero como deudor? Pagar lo menos posible. Esa sería la finalidad y existe, gracias a la movilidad hipotecaria hay competencia entre los bancos, que se reduzcan las tasas de interés en beneficio del cliente”, explicó Mauricio Calva.
“Es un producto que existía en el mercado desde hace muchos años. Con la reforma fiscal facilitaron los mecanismos para que la gente pudiera analizar en qué institución la convenía tener su hipoteca y facilitar la portabilidad de un banco hacia otro”, agregó por su parte Juan Kasuga.
¿Qué debo tomar en cuenta antes de cambiarme?
La respuesta más sencilla es: busca una menor tasa de interés y mensualidades más pequeñas. Sin embargo, existen otros puntos finos en los que se tiene que poner atención. “El diablo está en los detalles”, reza el refrán.
Aunque cada caso es único, antes de pasar tu crédito de la institución “A” a la “B”, toma en cuenta factores como gastos notariales, penalizaciones por cancelación y la apertura de un nuevo crédito, así como el costo total de la hipoteca.
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Los expertos coinciden en que se revise no solo el pago de las mensualidades, la tasa de interés y el CAT.
“No es un trámite que salga gratis. Tienes que incurrir en gastos como la cancelación de la hipoteca anterior y la contratación con la nueva institución, esto generalmente ronda el 3% de la deuda que tengas –si debes un millón de pesos, estamos hablando de 30,000 pesos que va a costar el cambio de hipoteca-, eso lo debes restar a los ahorros que puedes tener. Analiza la tabla de amortización: al inicio de un crédito entre el 95 y el 98% del pago se va a intereses y el resto a capital y conforme avanza la vida del crédito la relación se invierte”, destaca el director de Creditaria, broker inmobiliario.
“Si vamos muy avanzados en la vida del crédito quiere decir que estamos pagando mucho capital y movernos y otra vez pagar estos gastos, tal vez no hace sentido. Por eso conviene ver en qué parte del a vida del crédito vamos”, complementa el académico de la UP.
Algunas instituciones aplican pagos finales o penalizaciones, de ahí la importancia de revisar todos los términos y condiciones del contrato.
“Este es un mercado tan competido que las penalizaciones por pagos adelantados o cambios han casi desaparecido, pero hay que fijarse en todo eso”, apunta Mauricio Calva.
¿Qué beneficios obtengo?
Como ya se mencionó anteriormente, si se hace el análisis correcto, la principal ventaja de la portabilidad hipotecaria es el ahorro.
Juan Kasuga destaca tres beneficios de la portabilidad hipotecaria:
1. Te puedes ahorrar en la vida total del crédito mucho dinero, porque puedes acercarte a una tasa de interés más baja.
2. Disminución de la mensualidad.
2. Ahorro de plazo y costo total del a hipoteca.