El Impuesto sobre Adquisición de Inmuebles (ISAI), también conocido como Impuesto de Transmisión Patrimonial, se genera en el momento en que adquieres una propiedad. Este tributo aplica tanto para compras como para transferencias de bienes inmuebles a través de herencias, donaciones u otros medios.
Según Inmuebles24, el ISAI debe cubrirse como parte del proceso de escrituración y constituye una de las obligaciones fiscales clave al formalizar la adquisición de un inmueble.
¿Por qué existe el ISAI?
El ISAI cumple con varias funciones importantes, entre ellas:
- Generar ingresos fiscales: Este impuesto contribuye al presupuesto de gobiernos locales y estatales.
- Financiar servicios públicos: Los recursos recaudados se destinan a áreas como educación, infraestructura, salud y seguridad.
- Regular el mercado inmobiliario: Al gravar estas transacciones, se busca influir en la dinámica de oferta y demanda.
- Redistribuir la riqueza: Ayuda a establecer un sistema fiscal más equitativo al gravar bienes de alto valor.
Casos de exención
Existen excepciones en el pago del ISAI. Por ejemplo, no se aplica si la transferencia del inmueble ocurre entre familiares directos o en donaciones a asociaciones civiles. Estos casos deben ser verificados por un notario público para garantizar su validez.
¿Cómo se calcula el ISAI?
El monto del ISAI depende del valor más alto del inmueble, que puede ser el precio de compraventa, el valor catastral o el valor comercial determinado mediante un avalúo. Para calcularlo, sigue estos pasos:
Identifica el valor más alto: Compara el precio de compraventa, el valor catastral y el comercial.
Consulta la tabla de tasas: Ubica el rango correspondiente en las tablas fiscales de tu estado.
Aplica la fórmula: Resta el límite inferior del rango al valor del inmueble, multiplica el excedente por el factor aplicable y suma la cuota fija asignada al rango.
La fórmula básica sería: (Valor más alto del inmueble - límite inferior del rango) x factor de aplicación + cuota fija = ISAI.
Es recomendable revisar las tablas fiscales actualizadas con un notario público o la Secretaría de Finanzas local, ya que las tasas varían por entidad y año.