Al igual que en la película de ‘La noche de los muertos vivientes’, donde los zombies se caracterizan por ser lentos, hay empresas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) que apenas se mueven. Llevan así años: nadie compra ni vende sus acciones. Pero ahí siguen.
#HistoriasDeTerrorEnBolsa: Estos son los 'zombies' del mercado
De las 145 emisoras inscritas en la BMV, casi la mitad tienen mínima o baja bursatilización, es decir que la compra y venta de sus acciones es casi nula. Además, existen ocho firmas que están suspendidas por no cumplir con los requisitos mínimos de la BMV: no contar con un mínimo de 100 inversionistas, no mantener colocado por lo menos el 12% de su capital, o no dar a conocer sus resultados financieros de cada trimestre antes de 20 días hábiles después de concluido el periodo.
La situación de cada empresa es particular, cada una tiene sus motivos para mantener sus acciones en el mercado, aunque no coticen, considera Manuel Jiménez, director de Análisis Bursátil de Banorte.
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En el caso, por ejemplo, de ICA y Geo, ambas firmas presentaron problemas financieros y se declararon en concurso mercantil, por lo que dejaron de publicar algunos de sus resultados financieros.
Existen otras empresas que tienen años suspendidas, entre ellas: la importadora y comercializadora de equipos de audio y video Grupo Comercial Gomo, desde 2008; Iasa, industria automotriz IASA, desde 2011, o Edoardos, desde 2014. Incluso estas empresas no cuentan ni con analistas que les den seguimiento.
Hay otro grupo de compañías en la BMV que sí cumplen con todos los requisitos y sí cotizan, pero es muy raro el día que lo hacen, estas son las firmas con baja o minima bursatilización. Esto sucede porque hay muchas acciones en manos de pocos inversionistas, a quienes, a su vez, no les interesa venderlas, porque les da cierto control sobre las decisiones de la firma.
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