De constructores a minoristas, se espera que cinco empresas brasileñas realicen sus OPI en las próximas dos semanas, el número más alto para cualquier quincena desde 2007, según datos compilados por Bloomberg. Una empresa de educación, que se está haciendo pública en Estados Unidos, pero que aún no ha anunciado una fecha de fijación de precios, podría aumentar el recuento a seis.
El fenómeno subraya la disonancia que se ha visto en los mercados de valores alrededor del mundo en medio de una catástrofe mundial de salud. Los administradores de dinero en Brasil dijeron que las últimas semanas se vieron inundados por solicitudes de banqueros debido a que las compañías que pospusieron las ventas al comienzo de la pandemia buscan aprovechar la demanda resurgente.
“Las empresas están preocupadas de que esta ventana pueda ser relativamente corta debido a la desconexión entre los niveles del mercado y el estado de la economía real”, dijo Pablo Riveroll, jefe de renta variable latinoamericana de Schroders Plc en Londres. Mientras que las acciones brasileñas se han recuperado 64% desde sus mínimos de marzo, se proyecta que la economía local se reduzca casi 6% este año.
A nivel mundial, la situación de las IPO es mixta. Las ventas alcanzaron 83,100 millones de dólares en los últimos tres meses, en comparación con 68,500 millones de dólares durante el mismo período del año pasado. China es el mercado con mayor actividad y representa casi la mitad del total, según datos compilados por Bloomberg. El número de ofertas, sin embargo, disminuyó a 370, desde 423.