La desconfianza de los inversionistas afecta a todas las empresas del sector, y no sólo a América Móvil, señala Efrén Páez, analista senior de telecomunicaciones en Digital Policy & Law. La razón principal es que aún no hay claridad sobre qué rentabilidad traerán los nuevos servicios y tecnologías del futuro, como el 5G, que además exigirán importantes inversiones por parte de las compañías.
“En estos momentos, el despliegue de redes 5G, el de las redes de fibra óptica y la incertidumbre sobre qué servicios se van a ofrecer a través de éstas se percibe como un reto quizá demasiado grande para los operadores de telecomunicaciones, en el sentido del tamaño de la inversión que deben hacer las empresas para adquirir la nueva infraestructura”, comenta.
En México, se requerirán inversiones por 37,400 millones de dólares en los próximos siete años para lograr una cobertura nacional de 5G, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Daniel Hajj, el CEO de América Móvil, anunció en abril que para este 2021 la empresa destinaría un gasto capital de 8,000 millones de dólares, que incluye la inversión en infraestructura para las redes de quinta generación.
A esto hay que agregarle la creciente competencia de gigantes tecnológicos, como Facebook, en servicios de voz y mensajería que tradicionalmente ofrecían las firmas de telecomunicaciones. Muchas personas, por ejemplo, cada vez se comunican más por las llamadas de WhatsApp o Facebook que por las redes tradicionales.
“Hoy, estas plataformas se llevan gran parte de los ingresos que antes eran de los operadores tradicionales. Las compañías de telecom crecen, pero tienen una menor participación del mercado digital. Y esto, en una valuación financiera a 10 o 15 años, puede generar la percepción de que los operadores tienen que ser más activos, dinámicos y renovar modelos de negocio, o de lo contrario su participación será cada vez menor”, dice Villamayor, de Oxford Economics Competition.
Antes, los servicios de mensajería y de voz eran muy rentables para los operadores de telecomunicaciones. Hoy ya perdieron terreno. Por esta razón, las firmas de telefonía han empezado a incluir en sus paquetes servicios de música de paga, por ejemplo, para tratar de que el usuario se mantenga en su red y obtener ingresos por este consumo. “Yo creo que están en una especie de transición, así que el mercado espera que el operador ofrezca una gama de servicios cada vez más amplia”, dice Efrén Páez.