A pesar del volumen histórico, el entusiasmo por las OPI se ha desvanecido en el último tramo del año debido a la volatilidad y los malos resultados. Aunque el primer trimestre de 2022 se vislumbra muy activo, se espera un año volátil por delante, dicen los negociadores.
No cabe duda de que 2021 tuvo sus momentos destacados. Unas 180 empresas respaldadas por empresas de riesgo salieron a bolsa en Estados Unidos, aportando 512,000 millones de dólares en valor al mercado de valores, según el proveedor de datos PitchBook. Se trata de un fuerte aumento respecto a las 105 OPI y los 180,000 millones de dólares del año pasado.
Entre las empresas respaldadas por capital de riesgo se encuentra Rivian Automotive, el fabricante de camionetas eléctricas que protagonizó la decimotercera mayor OPI de todos los tiempos, al recaudar 13,700 millones de dólares en noviembre. Un mes después de su debut, Rivian se cotiza un 24% por encima de su precio de salida a Bolsa, incluso con una caída del 10% el pasado viernes tras informar que no alcanzaría los objetivos de producción.
Escasas ganancias
Aun así, sobre una base promedio ponderada, la clase de OPI de 2021 ha subido solo un 1.6%, según los datos de Bloomberg. Por su parte, los índices Nasdaq Composite y S&P 500 han ganado un 19% y un 24%, respectivamente, a pesar de la gran caída del último mes.
Con un año de ventaja, las 347 empresas que salieron a Bolsa en EU en 2020 han subido un 46% con respecto a sus precios de oferta.
Entre los malos resultados se encuentran dos de las cinco mejores ofertas del año. El gigante surcoreano del comercio electrónico Coupang ha caído 14%. La problemática empresa china de transporte privado Didi Global ha bajado un 57%, borrando 35,000 millones de dólares en valor de mercado, y planea retirar sus acciones de EU ante la presión de los reguladores en China.
Las consecuencias macroeconómicas de la inflación y la interrupción de la cadena de suministro también han afectado a las salidas a Bolsa. Además, las empresas emergentes están recurriendo antes a los mercados públicos después de una década de evitarlos. Gracias a las SPAC, los plazos para que las empresas salgan a Bolsa se han acelerado y ese sentimiento también se ha trasladado al mercado de las OPI.