El mundo de las inversiones es para todos, hasta para el Vaticano, una ciudad estado soberano que es la sede central de la iglesia Católica y que se encuentra dentro de la capital de otro país, en Roma, Italia.
A nivel de finanzas, el Vaticano, que además es el estado más pequeño del mundo, funciona, en general, como cualquier otro estado. Sus ingresos provienen de las donaciones que se le hace a la iglesia y de los rendimientos que se obtienen de las inversiones que hacen en diferentes mercados y activos, y que no tienen nada que ver con temas religiosos.