FIRA coloca bono para apoyar a los agricultores ante el cambio climático

El instrumento fue emitido en abril y será dividido en dos partes: uno por 2,895 millones de pesos a 3.1 años y otro, con una duración de un año y medio, por 5,515 millones de pesos.

El objetivo principal del bono de FIRA es financiar 88 diferentes tipos de inversión que se centrarán en fomentar la movilización de recursos hacia actividades que contribuyen al bienestar social y al cuidado del medio ambiente.

Jesús Elizondo, director general de FIRA, dijo que es un compromiso con los productores, ya que rara vez se analiza los efectos del cambio climático sobre sus vidas y sus modos de producción, por lo que se buscará dar los elementos a los productores para que resistan los efectos del cambio climático y vuelvan a su forma de producción original.

“En enero, cuando el financiamiento de Nacional Financiera se detuvo entró FIRA a tomar el relevo. A la fecha el número de productores ya migrados alcanza los 29,000 y en materia de montos, tenemos un avance cercano a los 6,000 millones de pesos ”, explicó Elizondo.

Elizondo señaló que FIRA tiene que ser muy realista y dar por cierto que la situación del cambio climático seguirá afectando a los municipios, ya que existe evidencia de que aunque se corten las emisiones de gases invernadero el día de hoy, lo efectos se seguirán manifestando por los siguientes 20 o 30 años.

Los recursos de este bono contribuyen a la meta comprometida por FIRA ante el Good Food Finance Network, y anunciada en la pasada Conferencia de las Partes (COP) 27 en diciembre de 2022, para alcanzar un monto total de financiamiento en proyectos de adaptación y resiliencia ante el cambio climático de 24,000 millones de pesos al 2025 y de 73,000 millones a 2030.

FIRA explicó que no tiene contemplado emitir otro bono de resiliencia, pero que están trabajando en bonos temáticos para lanzar en el último trimestre del año. Alberto Lara, director de finanzas de FIRA, dijo que ello será conforme la propia necesidad de su cartera y la administración lo requirieran.

La industria alimentaria mantuvo la producción durante el COVID-19, así el crecimiento promedio del financiamiento hacia el sector agroalimentario, en los tres años de la pandemia, fue de 8% con un saldo de 230,000 millones de pesos. Al cierre de 2022, FIRA contó con un saldo de financiamiento de 240,000 millones de pesos.

Lara explicó que la diferencia entre los bonos verdes emitidos anteriormente y el resiliente es que los primeros se utilizan para mitigar la emisión de gases invernadero a través de proyectos de reforestación, agricultura amigable con el medio ambiente, nuevas tecnologías de riego y el uso energías renovables. Y el bono resiliente otorga herramientas prácticas a los agricultores para enfrentar el cambio climático con proyectos que incluyan mecanismos de responsabilidad ambiental y social.

El director general de FIRA puntualizó en que es importante conectar a los pequeños agricultores con este tipo de financiamientos y los mercados. “Ya que es muy difícil que sin la conexión con el mercado puedan ser atendidos por FIRA, por lo que se trabaja para que estos productores tengan elementos a través de financiamiento asistido”, agregó.

FIRA atendió en 2022 a 2.4 millones de personas en toda la República, los cuales no necesariamente eran productores de alimentos, ya que en buena parte también se apoyan a generar actividades productivas en el medio rural para generar empleos y tejido social. Las demandas de financiamiento rondan los 330,000 millones de pesos.