Pero en ausencia de otros marcos jurídicos, las normas de la UE servirán inevitablemente como normas internacionales hasta que haya consenso sobre una norma mundial, dijo Eva Gustavsson, responsable de asuntos públicos de la empresa de criptomonedas Copper.
"Ahora mismo estamos bebiendo de una auténtica lluvia de propuestas de reguladores, y eso en todo el mundo", dijo Gustavsson. "Creo que sería poco realista que cualquier empresa piense que no deberá cumplir algo con mucha rapidez".
Según Sarah Pritchard, directora ejecutiva de supervisión de la Autoridad de Conducta Financiera británica, la clave está en las normas y la armonización globales en la medida de lo posible.
Según Pritchard, la OICV, organismo que agrupa a los reguladores de valores, presentará en breve propuestas de política global.
Gustavsson afirmó que una mayor claridad en la regulación haría que más inversores institucionales tradicionales entren en el mercado de las criptomonedas para "madurarlo aún más".