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El nuevo “Made in China” despierta el interés en los mercados financieros

Con fuertes rendimientos, apoyo político y mayor presencia en índices globales, las tecnológicas chinas se consolidan como una alternativa para diversificar inversiones.
jue 25 diciembre 2025 06:59 AM
El nuevo significado de 'Made in China': invertir en tecnológicas chinas tiene un gran potencial
El crecimiento económico, la innovación en IA y los bajos precios relativos impulsan el interés por empresas chinas como Alibaba, Tencent y Xiaomi en los mercados bursátiles globales. (Thinkhubstudio/Getty Images/iStockphoto)

“Made in China” es una etiqueta que se ha transformado a través de los años. Antes evocaba poca credibilidad, mala calidad y poca durabilidad; ahora es considerada fuente de innovación y desarrollo.

Este cambio de percepción también se ve en el mercado financiero. Los inversionistas internacionales buscan cada vez más que su portafolio tenga exposición a las grandes corporaciones tecnológicas con alcance global, como Tencent Holdings, Alibaba, TSMC, Xiaomi y Baidu, que le compiten a las Big Tech estadounidenses como Facebook, Microsoft, Amazon, Intel y Google.

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Zhen Wei, director general de MSCI Research, dice que hay dos puntos de inflexión para entender el crecimiento del mercado financiero chino. Primero, su apertura al mundo a principios de la década de los 2000; y por otro lado, la llegada de las empresas chinas más grandes a los principales índices globales en 2018, principalmente a Estados Unidos y Europa, lo que dio la pauta para la inclusión y crecimiento de la participación extranjera.

“La creciente fortaleza económica y financiera de China posterior al milenio hizo que los inversores, economistas y estrategas globales consideren cada vez más difícil ignorar a China”, comenta Wei.

Datos de Emerging Portfolio Fund Research (EPFR) muestran que los flujos de las entradas a los fondos de renta variable chinos crecieron 50% interanual, con más de 75,000 millones de dólares absorbidos en 2024. Por otro lado, los fondos de renta variable con seguimiento de EPFR han canalizado más de 350,000 mdd hacia acciones chinas desde 2020, monto mayor al de la región de América Latina y Europa, Oriente Medio y África (EMEA).

“Las nuevas medidas de estímulo monetario y fiscal anunciadas por China en septiembre de 2024, dirigidas a fomentar el crecimiento económico interno, también influyen en la reevaluación por parte de los inversores de su nivel de participación en los mercados de capital en el país”, explica Wei.

Xingchen Yu, estratega de Mercados Emergentes en UBS GWM, dice que desde el año pasado los inversores ponen mayor atención a las acciones chinas después del lanzamiento de la plataforma de inteligencia artificial (IA) de DeepSeek, el cual se desarrolló con una menor inversión que ChatGPT. El estratega reconoce que este y otros lanzamientos en sectores como las telecomunicaciones y el automotriz ponen al mercado chino como un punto de entrada para los inversionistas a este tipo de empresas que innovan y desarrollan tecnología a un ritmo acelerado y que pueden ser buenos generadores de rendimientos en el largo plazo.

Las empresas más importantes de China registran alzas en el último año. La empresa tecnológica de productos electrónicos, Xiaomi, generó un rendimiento de 19.8%; Alibaba, que se enfoca en el comercio electrónico, creció 76.8%; la tecnológica Tencent Holdings, tuvo un incremento de 43.3%; el fabricante de semiconductores, TSMC, aumentó 43.9%.

Kinger Lau, estratega en jefe de renta variable china de Goldman Sachs Research, señala que en comparación con otras bolsas (como la de EU o Europa), las acciones de empresas chinas tienen precios relativamente bajos; es decir cotizan con descuento, debido a que los inversionistas todavía tienen dudas sobre el futuro económico de China “Sin embargo, las recientes señales de apoyo político deberían ayudar a mitigar el riesgo de los escenarios más adversos, como un aterrizaje brusco de la economía o un desliz político internacional, y, por lo tanto, impulsar las acciones chinas”.

Difícil de ignorar

El crecimiento de la economía china en la última década y el surgimiento de empresas que hacen contrapeso a las grandes tecnológicas estadounidenses no es algo que los inversionistas puedan ignorar si quieren darle una mayor versatilidad a su portafolio de inversión; sin embargo, al igual que en otros instrumentos, se deben analizar pros y contras.

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Jacobo Rodríguez, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), comenta que a pesar de factores positivos como los estímulos del gobierno a las inversiones y las valuaciones baratas durante el último año, la situación del mercado accionario es aún compleja. La guerra comercial de Estados Unidos y China es uno de los focos a observar; si se llegan a concretar los aranceles, estos pueden tener un impacto negativo en la economía y en sectores clave como el tecnológico.

No obstante, Garret Melson, gestor de portafolio de Natixis IM Solutions, explica que el gobierno chino aún tiene margen para aumentar la flexibilización de la política monetaria y fiscal para impulsar el crecimiento pese a los vaivenes que han implicado los aranceles de Donald Trump.

“Los riesgos derivados de medidas regulatorias externas a las exportaciones y a nuevas peticiones de exclusión de las bolsas estadounidenses, no representan un riesgo directo para aquellos inversores que buscan exposición en el país asiático”, asegura Melson. “El gobierno ha adoptado claramente una postura política más favorable, lo que sugiere que el país podría ofrecer amortiguadores más atractivos frente a los riesgos de crecimiento relacionados con los aranceles que muchas otras regiones del mundo”.

Pero entrar a este mercado no es tan sencillo. Rodríguez detalla que la entrada a los inversionistas foráneos al mercado accionario chino no está del todo abierta, debido a los controles que tiene China sobre los capitales y los flujos de dinero hacia las empresas del país.

Para invertir en China, los inversionistas extranjeros necesitan permisos especiales a través de programas como QFII (Qualified Foreign Institutional Investor) y Stock Connect, un programa que permite a ciertos inversionistas extranjeros comprar acciones en China continental a través de la bolsa de Hong Kong.

Aún con la situación económica y geopolítica, así como las trabas a la inversión extranjera, “en términos generales, el mercado accionario chino es una opción como destino de inversión, pero de manera cautelosa”, afirma Rodríguez.

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