Con la pandemia del coronavirus marcando la agenda y trazando los primeros esbozos de una crisis global, pensar en emprender sería una idea alejada de la realidad. Sin embargo, el escenario no intimidó a Lucho Sánchez Zinny y Carmelo Maselli, quienes decidieron abrir su propia agencia de publicidad en medio de la contingencia sanitaria.
Los creativos que ignoraron el coronavirus y abrieron una agencia de publicidad
Hace una semana, este par de creativos argentinos que han trabajado juntos durante más de 15 años iniciaron, formalmente, las operaciones de Vendaval. Su arribo al mercado publicitario llegó acompañado de una cartera de 10 clientes distribuidos en Argentina, Estados Unidos y Uruguay.
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Lucho Sánchez Zinny: La vida es así. Uno puede intentar tener unos planes y después poner todo el esfuerzo para llevarlos a cabo de la manera más parecida a como se soñó, pero es difícil pretender que todo nos salga como lo queremos.
Además, ésta no fue una decisión intempestiva, fue muy pensada. Y como todo, lleva un proceso largo. Primero se nos apareció la idea en la cabeza, luego la tuvimos en mente, la peloteamos con la almohada y, después de que persistió un tiempo, empezamos a darle forma para ver cómo deberíamos llevarla a cabo. Finalmente surgió.
E: ¿Qué los motivó a lanzar Vendaval en lugar de posponer su presentación?
Carmelo Maselli: Oficialmente, nosotros renunciamos a nuestro trabajo en la agencia The JuJu en noviembre pasado, pero fueron pasando cosas en Argentina, como el cambio de gobierno y los problemas económicos, que nos llevó a dilatar la salida. Después empezó la pandemia, el encierro y por una u otra razón se atrasó todo. Así que decidimos que éste era el mejor momento y lanzamos en abril, hace una semana. La agencia ya estaba planteada, ya hasta teníamos clientes. Era un proyecto que estaba en marcha, no había manera de pararlo y tampoco queríamos hacerlo.
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E: ¿Es rentable operar una agencia cuando las marcas no quieren invertir en publicidad?
LSZ: De hecho, varios de nuestros clientes llegaron en medio de la pandemia. Con las marcas de bebidas alcohólicas Campari y Cinzano, por ejemplo, cerramos negocios sin conocernos físicamente, todo de manera virtual, les presentamos ideas y terminaron dándonos el trabajo. Son nuestros hijos de la pandemia. Nosotros decimos que el mundo no está detenido, solamente se está moviendo de otra forma y tenemos que adaptarnos a él.
Ahora, hay que ser honestos, cuando eres una empresa pequeña, la llegada de un cliente literalmente te duplica la facturación, pero es por nuestro tamaño que nos vemos favorecidos. Al contrario de una agencia grande, con muchos empleados y gastos fijos caros, a la cual se le termina complicando cuando cualquiera de sus clientes le reduce en 20% el presupuesto mensual, ahí sí les hace temblar la estructura. A nosotros, la pandemia nos favorece y no nos impide seguir creciendo.
E: ¿Los proyectos que están realizando se relacionan con la situación sanitaria?
CM: Sí, digamos que teníamos algunos proyectos con nuestros clientes que se paralizaron y, en su lugar, surgieron nuevos. Como con Arcor, la empresa argentina de alimentos y golosinas que, debido al contexto modificó su comunicación porque la que tenía pensada no quedaba con el momento que vivimos ahora. Las dos bebidas alcohólicas que llegaron en la pandemia fueron con el objetivo de desarrollar una campaña para ayudar a los bares, uno de los negocios más afectados por el coronavirus.
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E: ¿Qué planes tienen para Vendaval en los próximos meses?
LSZ: Estamos cerrando un acuerdo con socios argentinos, en un negocio complementario al nuestro, que tienen oficinas y clientes en México, Estados Unidos y Colombia y algunos países de Europa. Si bien, todavía no firmamos contrato, ya estamos trabajando con juntos. Esta alianza nos va a permitir crecer la agencia en el extranjero, así como darnos la capacidad de atender a cualquier cliente que esté en el mismo lugar que nuestros socios desde ese mismo instante porque ya hay oficinas y gente instalada.
Esto implica, además, no contratar gente tan rápido porque vamos a compartir recursos con nuestro socio. Claro que a medida que vayamos creciendo, traeremos más gente. Por ahora, nosotros somos cinco, pero nuestro socio tiene 85 colaboradores, entonces la plantilla incrementa significativamente.
E: ¿En qué consiste la estrategia de internacionalización de la agencia?
CM: Primero, en cuanto se concrete este acuerdo, pasaríamos automáticamente a tener oficinas en otros lugares fuera de Argentina. Pero, obviamente, hay otros mercados que son atractivos para el negocio y en los que nuestro socio no está presente. Aquí analizaremos la mejor manera de globalizarnos. También depende de si los clientes nos quieren o no. Por ejemplo, con Uruguay sucedió así, llegamos al país por una marca que nos contrató. Lo más lógico sería expandirse de la mano de una empresa que necesite nuestros servicios en su país, pero no descartamos una nueva asociación.
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E: Desde su perspectiva, ¿cómo será la industria publicitaria después de la pandemia?
LSZ: A ninguno de los dos nos gusta hacerle mucho a la futurología. Además, es difícil hacer diagnósticos ahora. En Argentina, por lo menos, ni siquiera hay tantos infectados, por eso todavía no se ve una afectación directa en la economía, creemos que esto se reflejará en los próximos tres, cuatro o cinco meses.
Quizá en la forma de trabajo habrá más home office y las reuniones ya podrán realizarse de forma virtual sin necesidad de trasladarse, así es como podría cambiar el negocio. Por lo mientras, nosotros seguiremos trabajando en lo que nos apasiona: crear nuevas ideas que logren entrar en la cultura popular y cambien la realidad de las marcas.