“El reto para las marcas es dejar claro su mensaje en estos nueve segundos, de no lograrlo el tiempo se va a reducir. Hay que dejar a las personas lo suficientemente enganchadas para asegurar que regresen a la marca, que entren a su página de internet o que escaneen el código que se les muestra”, advierte Merkel Lehman, académico de la Universidad La Salle.
En este sentido, el también director de cuentas de la agencia IncentivAction, apuesta por la repetición para que al menos se asegure que el anuncio permanezca en la mente del usuario. “Después, quizá, habría que replicarlos en redes sociales para completar la acción”, dice.
En una próxima etapa, explica San Román, los espejos van a contar con sensores de movimiento que detecten cuando la persona esté frente al espejo, prestando atención, para lanzar automáticamente el anuncio. Esto, asegura, permitirá un mayor tiempo de visualización.
Además, planea desarrollar tecnología que ayude a reconocer quién está frente al espejo, es decir, si es hombre o mujer, qué edad tiene y cuáles son sus características físicas, así los anuncios que se muestren irán dirigidos 100% al público objetivo.
Un nuevo mercado
Desde diciembre, la empresa está trabajando con la cadena de gimnasios Smart Fit. Sus espejos inteligentes se encuentran en 10 establecimientos de la Ciudad de México.
“Nuestra intención es estar en todas las unidades a nivel nacional, también ya estamos en pláticas con Sports World, que ahora que se habla de una fusión esperamos que nos permita tener acceso más fácil. Además, buscamos entrar a gimnasios independientes y a otras cadenas como Sport City”, refiere San Román.
Pero el fundador de Ad Mirror no descarta llegar a otras industrias. Si bien, hoy el centro son los gimnasios “en los que cada vez hay más personas”, la apuesta es expandir horizontes, aunque todavía no tiene clara cuál sería su próximo paso.
Mario Alberto Nava habla de tiendas de ropa, en las que los espejos de los probadores pueden ser espacios para que las marcas les hablen a los compradores, también tiendas de maquillaje o escuelas que compartan información interna.
“El tiempo de visualización de los usuarios podría crecer en paradas de autobuses, por ejemplo, donde pasan bastante tiempo sin poder moverse, éste podría ser un espacio en el que las repeticiones de los anuncios cumpla su objetivo de recordación”, recomienda Lehman.
Por lo pronto, en Ad Mirror están concentrados en atraer a las personas que pasan una hora durante cuatro días, por lo menos, en el gimnasio. “Queremos que los espejos sean relevantes para ellos, que tengan un impacto en su forma de vida. Después buscaremos otras opciones”, concluye San Román.