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Los espejos inteligentes que cambian las decisiones de compra

Ad Mirror ofrece a las marcas la posibilidad de utilizar estos objetos cotidianos como espacios publicitarios. Cada vez que una persona vea su reflejo también contemplará un anuncio.
jue 22 julio 2021 05:00 AM
Los espejos inteligentes de Ad Mirror están en 10 gimnasios de Smart Fit
Desde diciembre de 2020, los espejos inteligentes de Ad Mirror, que transmiten anuncios publicitarios, comunicación interna e instrucción para realizar ejercicio, se encuentran en 10 gimnasios de la cadena Smart Fit en Ciudad de México.

Óscar San Román encontró una oportunidad de negocio para la publicidad, en un momento en el que las personas están cada vez más expuestas a diferentes impactos, en el único lugar que la gente no se resiste a ver: el espejo.

El fundador y director general de Ad Mirror convirtió este objeto cotidiano en un espacio publicitario. Después de comprobar que siete de cada 10 personas que asisten a un gimnasio interactúan con los espejos, le ofreció estas plataformas a las marcas para que interactúen con los consumidores de la forma más orgánica posible.

“A la gente le llama la atención, pues mientras están viendo su reflejo también observan imágenes o videos que son de su interés”, explica San Román.

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De acuerdo con la agencia de marketing Make360, las personas reciben alrededor de 5,000 impactos publicitarios al día, de los cuales solo procesan el 10%. En esta infoxicación (sobrecarga de información), el reto para las marcas en mantenerse presentes y sobresalir de la competencia, pues según la compañía cada minuto se crean 571 marcas nuevas en el mundo.

“Queremos que las empresas tengan la oportunidad de cautivar a su audiencia a través de una publicidad no intrusiva”, menciona San Román. “Por eso decidimos que los espejos inteligentes estuvieran en lugares donde pasan más tiempo mirándolos, el gimnasio, y a su vez en lugares comunes como el área de máquinas, vestidores, recepción”.

Estos espejos, que en esta primera etapa de lanzamiento fueron desarrollados con tecnología de Ad Mirror, transmiten imágenes o videos en periodos de tiempo específicos, con un descanso de 15 segundos por cada anuncio para evitar la saturación. Si bien, en su mayoría son anuncios publicitarios de las más de 30 marcas con las que trabajan, las personas también pueden ver información interna del gimnasio e instrucciones para realizar ejercicios correctamente.

“Es una buena estrategia”, dice Mario Alberto Nava, mercadólogo y catedrático de la Escuela Bancaria y Comercial. “En un momento en el que cualquier cosa distrae, colocarle a la gente el anuncio prácticamente en su cara se vuelve atractivo y hasta fácil de apreciar. Solo hay que cuidar de que no sean tan largo porque por más que sea necesario verse al espejo, las personas se cansan y se van”.

Consumidores interesados

El director general de Ad Mirror explica que, tras realizar una encuesta a los asistentes de gimnasios, encontraron que solo a una de cada 10 personas que interactuaron con estos espejos fueron indiferentes a ellos. Mientras que a 70% les gustó la iniciativa. Incluso, 90% dijo que ya los sentía como parte del entorno del establecimiento deportivo.

En este mismo análisis, la empresa identificó que cada persona puede ser impactada hasta seis veces por visita, con un promedio de visualización de 9.29 segundos. Esta cifra está por encima del promedio de la industria que, según Havas México, se encuentra en 8.3 segundos. En 2005, cuando los impactos publicitarios eran menores, la atención de las personas duraba hasta 12 segundos.

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“El reto para las marcas es dejar claro su mensaje en estos nueve segundos, de no lograrlo el tiempo se va a reducir. Hay que dejar a las personas lo suficientemente enganchadas para asegurar que regresen a la marca, que entren a su página de internet o que escaneen el código que se les muestra”, advierte Merkel Lehman, académico de la Universidad La Salle.

En este sentido, el también director de cuentas de la agencia IncentivAction, apuesta por la repetición para que al menos se asegure que el anuncio permanezca en la mente del usuario. “Después, quizá, habría que replicarlos en redes sociales para completar la acción”, dice.

En una próxima etapa, explica San Román, los espejos van a contar con sensores de movimiento que detecten cuando la persona esté frente al espejo, prestando atención, para lanzar automáticamente el anuncio. Esto, asegura, permitirá un mayor tiempo de visualización.

Además, planea desarrollar tecnología que ayude a reconocer quién está frente al espejo, es decir, si es hombre o mujer, qué edad tiene y cuáles son sus características físicas, así los anuncios que se muestren irán dirigidos 100% al público objetivo.

Un nuevo mercado

Desde diciembre, la empresa está trabajando con la cadena de gimnasios Smart Fit. Sus espejos inteligentes se encuentran en 10 establecimientos de la Ciudad de México.

“Nuestra intención es estar en todas las unidades a nivel nacional, también ya estamos en pláticas con Sports World, que ahora que se habla de una fusión esperamos que nos permita tener acceso más fácil. Además, buscamos entrar a gimnasios independientes y a otras cadenas como Sport City”, refiere San Román.

Pero el fundador de Ad Mirror no descarta llegar a otras industrias. Si bien, hoy el centro son los gimnasios “en los que cada vez hay más personas”, la apuesta es expandir horizontes, aunque todavía no tiene clara cuál sería su próximo paso.

Mario Alberto Nava habla de tiendas de ropa, en las que los espejos de los probadores pueden ser espacios para que las marcas les hablen a los compradores, también tiendas de maquillaje o escuelas que compartan información interna.

“El tiempo de visualización de los usuarios podría crecer en paradas de autobuses, por ejemplo, donde pasan bastante tiempo sin poder moverse, éste podría ser un espacio en el que las repeticiones de los anuncios cumpla su objetivo de recordación”, recomienda Lehman.

Por lo pronto, en Ad Mirror están concentrados en atraer a las personas que pasan una hora durante cuatro días, por lo menos, en el gimnasio. “Queremos que los espejos sean relevantes para ellos, que tengan un impacto en su forma de vida. Después buscaremos otras opciones”, concluye San Román.

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