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M´balia, del escenario a emprendedora, paso a paso

Tras bajarse de los escenarios, M´balia Marichal incursionó en el mundo empresarial con la apertura de una churrería en la Ciudad de México. En solo 12 días logró superar los 1,000 tickets de venta.
mié 27 diciembre 2023 05:33 PM
M´balia, de integrante de OV7 a dueña de una churrería
Su primer trabajo fue a los tres años, haciendo comerciales de triciclos y refrescos. Luego entró al elenco de "Chiquilladas", de donde salió para entrar a la obra de teatro infantil Romeo y Julieta. En 1989, hizo audiciones para entrar al grupo Onda Vaselina, después llamado OV7.

Después de retirarse de los escenarios, la integrante de 0V7 M'balia Marichal emprendió una nueva aventura, esta vez en el mundo empresarial con la apertura de una churrería en la Ciudad de México. Pero su debut como empresaria tiene una historia detrás.

Todo empezó hace seis años, cuando M'balia cumplió 38. La mulata, como la llaman en el grupo musical, luchó contra una bacteria que la dejó al borde de la muerte y al superar esta situación se encontró con una caja llena de sueños que había postergado por atender otros compromisos.

“Desperté en una vida que no era la que yo había anhelado para mí en ninguna de sus áreas, excepto la fortuna de tener cuatro hijos preciosos, pero con la vida que tenía no les iba a poder dar lo que yo anhelaba para nosotros, así que radicalmente hice un cambio de tajo”, cuenta.

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Con la firme idea de dar un giro, M´balia decidió construir 12 brazos de negocio, ya que se define como una mujer estudiosa de la biblia. “A partir de las 12 tribus y de la repetición del número, comprendí que 12 era el número ideal para que entre pequeños y grandes negocios se conformará una vida muy contributiva y de mucha realización personal”, detalla.

El primero de ellos es la Churrería Porfirio. Este negocio nació porque uno de sus sueños era tener un lugar en Vancouver, Canadá, donde pudiera ofrecer churros, flautas y buñuelos para crear una experiencia única y reconfortante. Aunque la migración no se concretó, Marichal imaginó llevar esta idea a una zona concurrida. Con el frío de diciembre en mente, el sueño de un happy spot o lugar feliz se materializó.

La elección de la franquicia Churrería Porfirio se basó también en la accesibilidad económica y la practicidad que el negocio ofrecía. La inversión inicial fue de 300,000 pesos.

El monto se triplicó a medida que Marichal buscaba personalizar y mejorar la experiencia del cliente, desde duplicar el equipo de cocina hasta ajustar la arquitectura del local e incluir en el baño un bote de basura electrónico que aromatiza el espacio cada 10 segundos.

M´balia revela que la elección del lugar para la churrería fue una combinación de intuición, conocimiento personal y oportunidad inesperada. Con una conexión arraigada a Plaza Las Águilas en la Ciudad de México, ella siempre supo que era un sitio con un tráfico significativo y una versatilidad única, aunque con pocos locales disponibles.

En un inicio buscó incansablemente en diversas ubicaciones, desde el sur hasta Satélite, y ninguna opción parecía concretarse. “La intención era establecer una isla de churros en una plaza, pero los obstáculos parecían inquebrantables e incluso el proyecto se puso en pausa tres años por la pandemia”, cuenta.

La suerte cambió este año cuando M´balia supo que una marca de bikinis terminaba su contrato en Plaza Las Águilas. Ante esta oportunidad, no dudó en tomar acción. La colaboración de su equipo de trabajo fue fundamental durante los 60 días en los que se llevó a cabo todo el proceso porque ella estaba en medio de la gira de los 30 años de OV7, en Estados Unidos.

La churrería abrió el pasado 10 de diciembre y en tan solo 12 días superó los 1,000 tickets de venta. El ticket promedio es de 118 pesos por persona y en promedio el 85% de los clientes acompañan sus churros con un chocolate o café. Pero el menú se extiende a desayunos y una variedad de bebidas.

En ocasiones, al llegar a la caja, M´balia se encuentra cara a cara con aquellos que, quizás, no esperaban ver a una artista conocida azucarando churros. Su alegría y entusiasmo son evidentes, y su participación en la preparación de los alimentos, incluyendo la elaboración de buñuelos, muestra su dedicación al arte de la churrería.

La influencia de su madre en su enfoque operativo es clara. La lección de saber hacer las cosas antes de dirigirlas resuena profundamente en su visión empresarial, lo que le permite no solo dirigir el negocio, sino también conectar de manera significativa con sus clientes y empleados.

M´balia espera un retorno de inversión en 18 meses. Sin embargo, admite que es ambiciosa con un gusto particular por romper la estadística, así que su meta es recuperar lo invertido en menos de un año.

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La estrategia de posicionamiento

Para ganar terreno en el mercado, donde juegan actores como Churrería el Moro, la cantante está centrando sus esfuerzos en estrategias de marketing social. En alianza con Mosaico Down, la churrería está realizando una colecta de juguetes que serán regalados el 5 de enero a los niños de esta fundación. Por cada juguete nuevo o en buen estado, el cliente recibe gratis una orden de churros tradicionales.

"Como empresaria, siempre piensas en un propósito personal, en el beneficio que eso te va a dejar, pero creo que las bendiciones se tienen que compartir, así que de momento estamos con el enfoque de contribuir con Fundación Mosaico Down y después queremos trabajar con casas hogar”, menciona.

Para Roberto Báez, especialista en comunicación estratégica y socio de la agencia Headline PR & Comms, en términos de personal branding o marca personal, M’balia continúa construyendo su marca en esta faceta como empresaria, lo cual ayuda a diversificar su presencia con distintos grupos de interés. Ya no son solo los fans que la reconocen, sino también nuevas audiencias y actores relacionados con el mundo corporativo.

“Desde su posición y gracias a su reconocimiento, las actividades de responsabilidad social corporativa son muy valiosas, ya que pueden tener un mayor alcance y significan un ganar-ganar para su personal branding y la causa que se apoye”, dice.

Hoy M´balia está convencida de que el verdadero éxito está en la plenitud. Tiene claro que quiere 12 brazos de negocio, así que está armando el rompecabezas, con la ayuda y apoyo de su esposo Alex Tinajero.

“Requiere visión y sabiduría porque todos deben ser eficientes, eficaces, tener sentido, propósito y ser sustentables, y el día solo tiene 24 horas y el año 365 días. Yo tengo un esposo, cuatro hijos, tres perros y viajo mucho, así que debo ser sabia respecto a cómo voy a conformar ese rompecabezas, pero hasta el momento creo que un negocio irá dando vida al otro”.

En marketing como tal, M´balia no tiene ningún estudio oficial, pero la realidad es que en la experiencia no pudo haber estado más involucrada con esta carrera. Desde los 10 años aprendió, junto con sus compañeros de OV7, cómo colocar un producto, una fecha, un boleto, una canción, una imagen. “El aprendizaje ha sido muy empírico, pero también muy profundo para cada uno de nosotros y se nota en la vida de los siete. Creo que todos somos buenos empresarios y buenos marketeros, porque al final éramos un producto vivo y aprendimos a vendernos a nosotros mismos”, comparte.

“Al día de hoy, todo eso se aplica a cada cosa que hago. Hay una visión profunda de identidad y aspiración en todo lo que emprendo. Creo que todo empieza por uno mismo y como persona tengo la motivación para generar una valía. Lo que quiero es llegar a tener la cabecita blanca, voltear hacia atrás y decir: 'Sí lo hice, sí lo disfruté. Me comí la vida justo como quería'", expresó.

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