El exjefe de campaña de Trump, Paul Manafort, recibe casi cuatro años de prisión
ESTADOS UNIDOS - Un juez federal sentenció este jueves a Paul Manafort, exjefe de campaña de Donald Trump, a 47 meses de prisión, casi 4 años, por estafar a los bancos y al gobierno y no pagar impuestos sobre los millones de dólares en ingresos que obtuvo de la consultoría política ucraniana, cargos que surgieron de la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016.
Los fiscales dijeron que Manafort, de 69 años, merece entre 19 y 24 años de prisión, así como millones de dólares en multas y restitución por los delitos, por los cuales un jurado lo condenó después de un juicio de tres semanas el año pasado.
Manafort ha mostrado poco remordimiento, dicen, e incluso mintió bajo juramento tras un acuerdo de culpabilidad después del juicio.
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“El acusado culpa a todos, desde la oficina del fiscal especial hasta a sus clientes ucranianos, por sus propias decisiones criminales”, escribieron los fiscales en un último expediente judicial esta semana ante el juez TS Ellis en Alexandria, Virginia.
El juez dijo antes del fallo que creía que la sentencia recomendada de 19 a 24 años sería “excesiva” para Paul Manafort.
Me siento “humillado y avergonzado"
Manafort habló durante unos cuatro minutos antes de la sentencia y le dijo al juez: “Estoy listo para su decisión”.
No expresó específicamente remordimiento por sus crímenes, pero dijo que se sentía “humillado y avergonzado”.
“Sé que es mi conducta la que me trajo aquí. Mi vida, personal y profesionalmente, está en ruinas. Le pido que sea compasivo”, expresó.
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Manafort, quien habló desde una silla de ruedas y por primera vez desde su arresto, también agradeció a Ellis por su imparcialidad: “Gracias por un juicio justo”.
Declaró que estaba sufriendo debido a su terrible experiencia: “Los últimos dos años han sido los más difíciles para mi familia y para mí”.
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El caso de Manafort
En muchos sentidos, el caso, que se remontó a casi una década para rastrear el movimiento de dinero de su consultoría política ucraniana, hasta el momento en que estuvo en quiebra y trabajando para Trump en 2016, ha configurado las acciones de Mueller por casi dos años.
La de Manafort fue la primera acusación que Mueller anunció a fines de 2017 y utilizó el procesamiento penal para aumentar la presión sobre él a lo largo de 2018, mientras buscaban su cooperación en asuntos fundamentales para su investigación.
En un momento dado, después de asegurar que el antiguo agente de Manafort, Rick Gates, fuera testigo de él, los fiscales dividieron su caso en dos, colocando la acusación de delitos financieros más clara en el tribunal federal del norte de Virginia.
La condena de Manafort en el juicio fue una gran victoria para Mueller, la única certificación oficial de un grupo imparcial de ciudadanos de que Mueller había descubierto un crimen importante.
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Los ocho delitos por los cuales Manafort fue sentenciado este jueves incluyen cinco condenas por fraude fiscal desde 2010 hasta 2014, ocultar sus cuentas bancarias en el extranjero a las autoridades federales en 2012 y fraude a dos bancos por más de 4 millones de dólares en préstamos destinados a bienes raíces.
En su juicio, un miembro del jurado se negó a unirse a los otros 11 para condenarle por 10 cargos adicionales de banca extranjera y fraude bancario. Los fiscales más tarde abandonaron esos cargos.
Manafort no testificó en su propia defensa en su juicio, que reveló una vida de excesos, incluso entre los cabilderos de alto rango de Washington. Había comprado chaquetas de avestruz y pitón y autos de lujo, y había mejorado su mansión Hamptons con sofisticados macizos de flores, renovaciones en el hogar y juegos de karaoke debido a su flujo secreto de efectivo ucraniano, testificaron testigos.
En el juicio, los contadores, un contable y Gates señalaron a Manafort como el cerebro del fraude financiero.
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Salud en declive y espera una segunda sentencia
Manafort recibirá una segunda sentencia la próxima semana de un juez federal diferente por los dos delitos de los que se declaró culpable el año pasado, manipulación de testigos y conspiración relacionada con su cabildeo ucraniano ilegal y lavado de dinero.
Los fiscales han considerado esa segunda sentencia como un respaldo para mantener a Manafort en prisión, en caso de que el juez de Virginia sea extremadamente indulgente.
Ellis en Virginia ha sentenciado a cientos de acusados durante sus 30 años como juez federal, y en un tribunal que generalmente se considera duro con el crimen.
El juez ha usado audiencias en el caso de Manafort previamente para inyectar política en los procedimientos. Ellis estuvo de acuerdo en que los fiscales habían presentado un caso justo contra Manafort, pero solo después de haber criticado al equipo de Mueller por apuntar a Manafort como una forma de “llegar” al presidente Donald Trump.
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A Manafort se le dio la oportunidad de hablar sobre sus crímenes antes de que reciba su sentencia.
Usó los documentos de la corte previos a la sentencia para pedir clemencia a Ellis y para argumentar que lo lamenta, con la esperanza de que su sentencia sea leve y que pueda seguir la ley si es liberado.
Cualquier sentencia que se acerque a 20 años o más podría significar cadena perpetua. Manafort cumple 70 años el 1 de abril. Su salud se ha deteriorado – lo que lo obligó a usar una silla de ruedas y, más recientemente, un bastón para caminar– desde que perdió su contrato de fianza y fue a la cárcel por la acusación de falsificación de testigos hace nueve meses.
Manafort ha estado recluido en el centro de detención de Alexandria en régimen de aislamiento solitario por su propia seguridad.