Ancianos y personas con discapacidad serán víctimas del plan migratorio de Trump

El presidente busca limitar la cantidad de inmigrantes poco capacitados que entran a EU, pero el sector salud y de atención a domicilio sobrevive gracias a ellos.
Plan migratorio. Trump presiona al Congreso de EU para que cambie la política migratoria del país para que se base en el mérito y no en los lazos familiares.

(CNN)- La hermana Jacquelyn McCarthy quiere que lleguen más inmigrantes a Estados Unidos, no menos. Ella dirige el Centro de Salud Bethany en Framingham, Massachusetts, y depende de los recién llegados de Haití, El Salvador, Guatemala y otros países para el cuidado de los residentes de la tercera edad. Al menos el 60% de su personal se compone de inmigrantes y le está costando encontrar gente para llenar las más de 20 vacantes que tiene en el centro de atención de largo plazo y la agencia de atención médica a domicilio.

Es por eso que

, tiene preocupados a McCarthy y a otros miembros del sector salud y atención a domicilio.

"Yo estaría perdida sin los inmigrantes", dijo McCarthy, quien señaló que hay más de 2,700 vacantes para asistentes de enfermería certificadas en el estado. "Son la columna vertebral de mi equipo. Podríamos atender a muchas más personas, pero no podemos reclutar a la gente".

Los inmigrantes representan más de una cuarta parte de los trabajadores que cuidan directamente de las personas mayores o con discapacidad —tales como enfermeras domésticas, asistentes de salud en el hogar y asistentes para cuidados personales—, así como el 30.3% del personal de limpieza y mantenimiento en las residencias para adultos mayores, según un estudio reciente de la Universidad de Harvard que se publicó en la revista Health Affairs. Ellos brindan cuidados a más de 13 millones de estadounidenses.

El gobierno ha urgido al Congreso a que cambie la política migratoria del país para que se base en el mérito y no en los lazos familiares. Esta clase de sistema priorizaría a los trabajadores más capacitados, cosa que, de acuerdo con sus defensores, reduciría las tasas de inmigración y minimizaría la dependencia de los inmigrantes a la asistencia pública.

No obstante, esta medida exacerbaría la actual escasez de personal, misma que aumentará conforme la población de Estados Unidos envejece, de acuerdo con los expertos del sector.

"Vamos a necesitar inmigrantes. El que tengamos o no una vía para que dichos empleados lleguen al cuidado doméstico es una gran interrogante", explicó William Dombi, presidente de la National Association of Home Care & Hospice (Asociación Nacional de Atención Doméstica y Cuidados Paliativos de Estados Unidos), que representa a unas 2,700 agencias.

Dombi señaló que su organización no ha logrado que los funcionarios del gobierno de Trump los reciban, aunque tienen contacto con asistentes de legisladores.

Según estadísticas de la Dirección de Trabajo, se proyectó que entre 2016 y 2026, la oferta de trabajo para asistentes de cuidados domésticos y asistentes para cuidados personales estará entre las de mayor crecimiento pese a que son de los peor pagados de la lista: alrededor de 24,000 dólares al año (unos 450,000 pesos).

El buen estado de la economía y la rigidez del mercado laboral dificultan el reclutamiento y la permanencia del personal porque tienen más opciones laborales, de acuerdo con Phil Bongiorno, director ejecutivo de la Home Care Association of America (Asociación de Cuidados Domésticos de Estados Unidos), que representa a agencias que reclutan asistentes para cuidados personales. Cualquier cosa que limite el flujo de personal potencial provocará que este mercado sea aún más más competitivo, señaló.

Se espera que la necesidad de asistentes para cuidados domésticos y personales, así como de enfermeras domésticas, crezca considerablemente, ya que se proyecta que la población de la tercera edad se duplicará para el 2050, de acuerdo con Leah Zallman, coautora del estudio de Harvard y médica de Cambridge Health Alliance, un sistema de centros de salud para personas no aseguradas en el estado de Massachusetts.

"La serie de políticas que Trump propone para reducir el flujo de mano de obra poco calificada en este país es diametralmente opuesta a nuestro cambio demográfico", dijo. "Sencillamente no tenemos la población joven en edad laboral que necesitamos para cuidar a las personas mayores. Estas políticas dejarán varados sin atención a millones de adultos mayores y a personas con discapacidad".

Clif Porter, vicepresidente de relaciones con gobierno de la American Health Care Association (Asociación de Atención Médica de Estados Unidos)— que representa a más de 13,700 residencias geriátricas sin fines de lucro y centros de cuidados a largo plazo—, señaló que la organización defiende una propuesta de ley en la que se incrementen los topes a la cantidad de migrantes que pueden entrar a Estados Unidos, no solo trabajadores especializados como ingenieros y científicos de datos.

"Está claro que hay un lugar para lo que yo llamo trabajadores poco especializados", dijo Porter. "Francamente, cualquier política que fomente la elevación de dichos topes servirá de mucho para que podamos satisfacer las necesidades de nuestro sector".

Pero en general, cree que será una batalla cuesta arriba con los legisladores.

"Ha faltado reconocer que tenemos un incremento explosivo en la población de la tercera edad y de personas que necesitarán cuidados personales", dijo. "No ha habido una cantidad significativa de políticas conscientes que en esencia incrementen la clase de trabajadores que necesitamos".

Además, muchos migrantes que toman empleos básicos en el sector salud ascienden a cargos de mayor preparación, explicó McCarthy.

"Cuando la gente llega aquí, tal vez empiecen en la lavandería y en limpieza. Pero mientras están aquí, van a la escuela", explicó. "Se vuelven asistentes de enfermería certificados y luego enfermeros. Así es como funciona usualmente".