El Salvador cuestionó este martes el acuerdo de migración alcanzado entre Estados Unidos y México, y que busca frenar los flujos migratorios que provienen, en su mayoría, de la región centroamericana.
El vicepresidente de El Salvador, Félix Ulloa, criticó que México se sentara a negociar con el gobierno de Trump sin la participación de los países del Triángulo Norte, integrado por El Salvador, Guatemala y Honduras.
"México ha negociado sólo de manera bilateral, pero ha planteado que Centroamérica está a bordo, casi somos como una moneda de cambio en estas negociaciones", dijo Ulloa en un evento público, de acuerdo con la agencia Reuters.
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El funcionario salvadoreño afirmó que el acuerdo alcanzado, que incluye mayor presencia policial en la frontera de México con Guatemala, tendrá consecuencias de carácter humanitario y a nivel de política regional. El vicepresidente apuntó que las autoridades estadounidenses "solo nos van a venir a contar lo que ya acordaron y nos van a venir a explicar cuáles son esas medidas a implementar", según reportó la agencia EFE.
"No tengo dudas de que México, como nación soberana, tiene todo el derecho de establecer sus propias políticas en este tema, porque también es un país expulsor de migrantes, pero ahora se le cuestiona, condiciona y se le presiona como un país de tránsito, porque la expulsión (de migrantes) viene de nuestros países", añadió.
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El miércoles, el vicepresidente insistió en la necesidad de una negociación tripartita para poder solucionar la crisis migratoria. "Subrayamos la necesidad de oír la parte centroamericana y esperamos que este llamado sea escuchado por las dos partes (México y Estados Unidos)", señaló Ulloa en entrevista con CNN en Español.
Ulloa aseguró que el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, tiene una buena relación con su par mexicano, Andrés Manuel López Obrador, por lo que tratará de abordar el tema migratorio directamente con él. Ambos se encuentran al inicio de sus respectivos gobiernos.
"Más allá de relaciones bilaterales, queremos que esto sea tratado de manera tripartita: desde el país de destino, en este caso Estados Unidos; el país de tránsito, México, y los países expulsores, es decir, los países Triángulo Norte. Solo teniendo en cuenta estos tres componentes, tendremos un análisis adecuado de la problemática actual, y podremos ensayar, implementar las soluciones que sean oportunas", insistió Ulloa.
Por su parte, Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores de México, informó este miércoles que sostendrá conversaciones con las autoridades estadounidenses y centroamericanas sobre el plan acordado para contener el flujo de inmigrantes indocumentados. Este mismo día, planeaba comenzar el diálogo con los mandatarios de El Salvador, Honduras y Guatemala.
Ulloa dice que el gobierno de Nayib Bukele, quien inició su administración el 1 de junio pasado, buscará atender las causas del problema migratorio. En esto coincide con el discurso del gobierno de López Obrador, que el 20 de mayo presentó un plan de desarrollo para la región, junto con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
"Los planes que se han realizado en el pasado han tratado de contener los efectos de este fenómeno de migración forzada. Pero las causas subsisten e incluso se han agravado en los últimos años", indicó el funcionario.
Las dos causas estructurales de la migración desde El Salvador son el modelo económico vigente, que no da oportunidades laborales a los jóvenes salvadoreños —por lo que se ven obligados a emigrar—, y la violencia en las comunidades, explicó el vicepresidente.
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En 2018, la tasa de homicidios en El Salvador fue de 50.3 por cada 100,000 habitantes, uno de los niveles más altos del mundo, según la ONU.
"Abordando estos dos problemas de manera estructural, con el apoyo de la comunidad internacional, (...) puede crear la sinergia positiva para comenzar a desarrollar programas que permitan traer a la región desarrollo económico, tranquilidad, paz y prosperidad", dijo Ulloa.
La autoridad aseguró que la corrupción de las administraciones anteriores es otra de las causas detrás del incremento de la migración, por lo que el gobierno de Bukele se ha comprometido a crear una Comisión Internacional Contra la Impunidad en El Salvador (CICIES), parecida al modelo que ha seguido Guatemala.
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La administración de Bukele también intenta reactivar la economía con la creación de nuevas carteras gubernamentales, como el ministerio de Comercio e Inversión, pues dijo que el combate a la corrupción generará confianza para atraer inversión privada nacional y extranjera.
El nuevo gobierno salvadoreño tiene como objetivo que, por cada dólar de inversión pública, haya 4 o 5 dólares de inversión privada. Hasta ahora, la tasa está en 2.5 dólares privados por cada dólar público.
Otra apuesta económica de Bukele es aprovechar el flujo de remesas para generar proyectos productivos en las comunidades de origen de los migrantes.
"Hemos diseñado una forma de reinvertir y de reorientar ese flujo de remesesas hacia proyectos productivos. Hemos abierto carteras y líneas importantes para que los salvadoreños que tienen intención de invertir en nuestro país encuentren un gobierno amigable, un sistema y facilidades para abrir sus empresas, abrir sus negocios y llevar a las comunidades de las que ellos mismos se sientan orgullosos y en las cuales quieren invertir", explicó Ulloa.
Con información de Reuters y EFE
