NUEVA DELHI (CNN) — El suelo de la presa de Chembarambakkam está agrietado, seco y achicharrado. A unos 25 kilómetros de ahí, en Chennai, la sexta ciudad más grande de India, millones de personas se están quedando sin agua.
Chembarambakkam y las otras tres presas que tradicionalmente suministran agua a Chennai están casi totalmente secas, así que la ciudad está pasando por una escasez grave de agua, de acuerdo con Jayaram Venkatesan, activista de la ciudad.
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Debido a que no puede recolectar agua de lluvia suficiente y a que los niveles freáticos son bajos, el gobierno del estado de Tamil Nadu no ha podido proporcionarles agua a sus habitantes.
Como las presas están secas, se lleva el agua a los barrios de Chennai en pipas. Todos los días, cientos de miles de habitantes se ven obligados a formarse durante horas bajo el calor abrasador del verano para llenar montones de latas y botes de plástico.
Suresh Subburaman, habitante de Chennai y propietario del hotel Nivis Kitchen, ha luchado por mantener a flote su negocio.
"Estamos abiertos y de alguna forma estamos funcionando. Estamos trabajando en una situación en la que no hay pérdidas, pero tampoco ganancias. Este es nuestro único negocio. No tenemos opción. Tenemos que administrarlo", dijo Subburaman.
"Antes, el agua llegaba todos los días a casa. Ahora, la recibimos cada tres o cuatro días. Guardamos el agua en un tanquecito o en botes de 20 litros en casa", dijo Subburaman, cuyo hogar se encuentra en el barrio de Egattur, en los suburbios del sur de Chennai.
M. Senthilsaravanan, otro propietario de hotel y habitante de Chennai, dijo: "En la zona de Chennai, los hoteles y restaurantes han cerrado porque no están recibiendo agua suficiente y hay gran demanda".
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Senthilsaravanan vive en el suburbio de Navalur y paga alrededor de 6,000 rupias (unos 1,600 pesos) cada dos días para que una pipa lleve agua a su hotel, Quality and Taste.
Las pipas privadas vienen de la periferia del estado de Tamil Nadu, en donde no hay escasez. Sin embargo, la demanda es tan alta que no pueden abastecer a tiempo, explicó Senthilsaravanan.
Como el suministro está racionado estrictamente, muchas familias acomodadas han recurrido a costosas pipas privadas.
Aunque el gobierno municipal ha trabajado para dar prioridad a los hogares de bajos recursos, los habitantes que reservan las pipas del gobierno esperan hasta un mes para recibir el agua.
No está bien claro cuántas personas de Chennai están sin agua actualmente.
En el último censo de Chennai, que se llevó a cabo en 2011, la población de la ciudad era de 4.6 millones. En 2017, 605,510 hogares estaban conectados al suministro gubernamental de agua, según un informe del Departamento de Economía y Estadística del gobierno del estado de Tamil Nadu. Cada conexión recibe 120 litros de agua per cápita al día (lpcd) y en tiempo de sequía, se reduce a 70 lpcd, según el informe.
El uso de pipas privadas es inaccesible para quienes viven en las barriadas de la ciudad, en donde viven alrededor de 820,000 personas, según el informe de 2017 que se basa en las cifras del censo de 2011.
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CNN se puso en contacto con el gobierno de Tamil Nadu para pedirle comentarios.
Las sequías son un problema anual en India; sin embargo, la escasez de agua de este año ha coincidido con una ola de calor nacional letal . Mientras las ciudades buscan la forma de suministrar los recursos necesarios, quienes están en el frente de batalla contra la crisis dicen que empeorará.
"Los gobiernos están buscando desesperadamente la forma de asegurar que la gente tenga agua", dijo Jyoti Sharma, fundadora y presidenta de FORCE, una ONG india que trabaja para la conservación del agua. "Los pozos subterráneos se están secando cada vez más rápido año con año".
La crisis hídrica que persiste en India
Chennai es la víctima más reciente de una sequía nacional que ha dejado a 600 millones de personas a merced de escaseces de agua de altas a extremas, según un reporte que publicó en 2018 Niti Aayog, un centro de estudios del gobierno indio.
Solo una cuarta parte de los hogares del país tienen agua potable en casa y alrededor de 200,000 personas mueren cada año por las deficiencias en el suministro o la contaminación del agua.
"Cada vez es un problema más generalizado en India", dijo Sharma. "Bangalore, Chennai, Mumbai de vez en cuando, Delhi, todos están en las noticias por la misma razón. Se están quedando sin agua".
Una familia entera de una de las barriadas de Chennai recibe entre 30 y 40 litros de agua al día, de acuerdo con Venkatesan. Para poner ese dato en perspectiva, el hogar estadounidense promedio usa más de 1130 litros de agua al día, según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos.
Las tensiones por el abasto de agua se están agravando. Están secuestrando las pipas y ha estallado la violencia entre asentamientos vecinos, de acuerdo con Sharma. Como apenas hay agua para beber, el saneamiento queda en segundo plano: las letrinas públicas se están desbordando y la higiene femenina es deficiente.
La mayoría del país depende del agua subterránea en vez de recurrir a sistemas tradicionales de captación de agua.
Décadas de perforar la tierra para encontrar agua han provocado el agotamiento grave de los mantos freáticos.
"Esto se debe principalmente a la mala administración de los cuerpos de agua. Dependemos completamente de la lluvia. El gobierno debería asegurarse de que haya captación de agua", dijo Venkatesan.
Pronto, cien millones de personas, incluidas las que habitan en grandes ciudades como Delhi, Bangalore e Hyderabad, vivirán en ciudades sin agua subterránea, según el informe de Niti Aayog. Lo más probable es que esta cifra siga aumentando: Naciones Unidas estimó recientemente que la población de India aumentará en casi 300 millones de personas para el 2050 y se volverá el país más poblado del mundo .
Los efectos devastadores del cambio climático complicarán aún más las cosas. Las lluvias del monzón han sido erráticas y las sequías son cada vez más comunes, lo que amenaza las cosechas de los agricultores. Esto podría acabar con los medios de vida de la gente de este país predominantemente agrícola, en donde el 80% del agua se usa para irrigar cultivos que piden mucha agua, como la caña de azúcar y el arroz.
"A menos que adaptemos nuestro sistema de almacenamiento de agua para adaptarnos a la intensidad de las lluvias, vamos a sufrir mucho", dijo Sharma. "Todas las partes de India, las rurales, las urbanas, todas".