Los habitantes de Florida se preparan para el embate de Dorian

Los modelos de su trayectoria lo muestran tocando tierra el martes en la costa sureste, a la altura del condado de Palm Beach, donde el presidente Donald Trump tiene su residencia de verano, el club de golf "Mar-a-Lago".

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Pero el llamado "cono de incertidumbre" aún es amplio y el huracán podría golpear cualquier otra localidad de Florida. Tampoco se sabe si la tormenta virará o atravesará el estado hasta el Golfo de México.

"Esto es un evento muy serio", dijo DeSantis en conferencia de prensa este viernes. "Urgimos a todos los floridianos que tengan siete días de comida, medicinas y agua. Este puede ser un evento de varios días que golpeará lentamente todo el estado".

Pidió a los residentes que obedezcan las órdenes de evacuación, pero también señaló que las autoridades serán cautelosos en emitir estas directivas porque la tormenta es muy cambiante.

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"A veces, si uno desaloja muy temprano, puede acabar desalojando al lugar donde irá la tormenta si ésta cambia", comentó.

Estos episodios ocurrieron hace dos años con el huracán Irma, que golpeó el sur de Florida como categoría 4, cuando un cambio de ruta de último momento forzó a los desalojados a volver a desplazarse.

Se espera que el huracán Dorian se fortalezca con las aguas cálidas de la costa de Florida, convirtiéndose en una peligrosa tormenta de categoría 4 en los próximos días antes de tocar tierra la tarde del lunes o a primera hora del martes, según pronósticos del viernes.

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Dorian comenzó el viernes sobre el Atlántico como un huracán de categoría 2, y fue clasificado como categoría 3 durante la tarde. La tormenta se acerca al continente con vientos máximos sostenidos de 185 Km/hora y se intensificará aún más antes de tocar tierra en el sur de Florida entre el lunes y el martes, dijo el Centro Nacional de Huracanes (NHC) con sede en Miami.

Todo el estado de Florida está bajo una declaración de emergencia y el gobernador Ron DeSantis desplegó 2.500 soldados de la Guardia Nacional y colocó otros 1.500 en estado de espera.

El presidente Donald Trump canceló un viaje planeado a Polonia, enviando al vicepresidente Mike Pence en su lugar, para asegurarse de que los recursos estén bien dirigidos para la tormenta.

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"Ahora parece que podría ser un monstruo absoluto", dijo Trump en un video publicado en Twitter, añadiendo que se estaban enviando alimentos y agua a Florida.

El Centro Nacional de Huracanes (NHC) emitió un aviso de huracán para las islas noroccidentales de las Bahamas, adonde llegará el sábado.

Dorian podría pasar por docenas de plataformas de lanzamiento espacial propiedad de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA), la Fuerza Aérea y compañías como SpaceX de Elon Musk y Blue Origin de Jeff Bezos.

"Nunca se sabe"

Este viernes, Dorian se convertirá en un "huracán de gran intensidad", es decir de categoría 3 (120 Km/hora) o más, "y continuará siendo un huracán extremadamente peligroso a medida que se desplace por el noroeste de las Bahamas y se acerque a la península de Florida el fin de semana, escribió el NHC en su boletín de las 12:00 pm GMT (7:00 am Tiempo del Centro de México).

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Previendo que posiblemente Dorian toque tierra más al norte, como prevén algunos modelos, el gobernador de la vecina Georgia, Brian Kemp, declaró también estado de emergencia.

El jueves, los residentes de Florida comenzaron a prepararse para una tormenta cuyo destino aún es impredecible.

La tienda de suministros de construcción Home Depot se estaba quedando sin tablones de madera, que son utilizados por los residentes para tapiar las ventanas ante la llegada de un huracán.

"La gente ya tiene experiencia, son de Florida. No se arriesgan", dijo un trabajador de la tienda a la agencia AFP.

os condados pusieron a disposición centros de distribución de sacos de arena, para colocar en las puertas en las zonas inundables, y ya se veían largas colas para comprar provisiones en los supermercados.

En Miami, los estantes de agua y de comida enlatada en los supermercados estaban comenzando a quedarse vacíos y el ambiente era un poco frenético.

"Nunca se sabe", comentó Magdalena Gómez, de 57 años. "Te estresan y después capaz que no pasa nada, pero yo soy muy obediente. Si me dicen que vaya a comprar agua, yo voy, yo compro todo".

Con información de Reuters y AFP