En The State of the Union, Steve Mnuchin, secretario del Tesoro de Estados Unidos, dijo que no había razón para creer que Trump presionó a Ucrania, aunque reconoció que no participó en la llamada en cuestión.
Además, argumentó que al hijo de Biden no debería habérsele permitido hacer negocios en Ucrania mientras su padre fuera vicepresidente. Cuando Jake Tapper le preguntó el domingo sobre la inconsistencia evidente en su declaración dado que los hijos de Trump siguen trabajando en todo el mundo en una empresa de la que el presidente Trump no ha retirado del todo sus inversiones, Mnuchin lanzó evasivas. "En realidad no quiero entrar en más de esos detalles", concluyó.
Tanto Mnuchin como Pompeo se opusieron a que se dieran a conocer las transcripciones de las llamadas de Trump con el argumento de que el presidente tiene derecho a la confidencialidad en sus conversaciones con líderes extranjeros.
Los esfuerzos del ejecutivo por impedir que el director interino de Inteligencia Nacional, Joseph Maguire, hiciera del conocimiento del Congreso el reporte del informante, y su oposición a que se publiquen las transcripciones, solo sirven para avivar las especulaciones de que la Casa Blanca tiene algo que esconder. Si hubiera algo malo, esa conducta equivaldría a obstrucción a la justicia, que históricamente ha sido causal de destitución.
Sin embargo, Trump dijo que esperaba que se dieran a conocer las transcripciones.