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5 reflexiones que dejó el debate de los precandidatos demócratas

Los aspirantes a competir por la presidencia de los Estados Unidos intercambiaron los comentarios más amargos de la carrera por la candidatura la noche de este miércoles en Detroit.
jue 01 agosto 2019 01:39 PM
Debate demócrata
Las segunda tanda de candidatos demócratas tuvo su debate la noche del miércoles.
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La defensa del ex vicepresidente fue: "Barack Obama sabía exactamente quién era yo".

La segunda noche de los debates en Detroit contuvo los intercambios más amargos de la carrera por la candidatura presidencial hasta ahora; quienes fueran colegas en la administración de Obama se atacaron por cuestiones de migración; el senador de Nueva Jersey, Cory Booker, atacó a Biden por sus antecedentes en justicia penal, y el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, enfrentó críticas tanto de los manifestantes como de sus rivales demócratas por que no ha despedido al policía al que acusaron de asfixiar a Eric Garner.

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Kamala Harris, senadora por California, subió al nivel más alto de la contienda ya que se recuperó en las encuestas tras el primer debate. Ahora fue un blanco importante y varios precandidatos la atacaron en temas de servicios de salud; Tulsi Gabbard, diputado por Hawái, arremetió contra ella por su trayectoria como fiscal general de California.

Los precandidatos estaban más preocupados por atacarse que por demostrar cómo enfrentarían a Donald Trump, aunque hubo críticas concisas contra Trump: Kirsten Gillibrand, senadora por Nueva York, dijo que su primer acto como presidente sería "desinfectar el Despacho Oval".

Estas son cinco reflexiones sobre el debate del miércoles por la noche:

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1. Todos contra Biden

Casi todos los demócratas que compartieron el escenario con Biden atacaron su trayectoria.

Gillibrand le preguntó repetidamente sobre un editorial que escribió, en el que se oponía al crédito fiscal al cuidado infantil y que tenía como encabezado la afirmación de que el Congreso estaría subsidiando "el deterioro de la familia".

Biden evadió la pregunta destacando su intervención en la aprobación de la Ley sobre la Violencia contra la Mujer y sus luchas por la equidad salarial, hitos de su carrera que estaba ansioso por destacar. Sin embargo, cuando los moderadores le dieron la palabra a Harris, desató otra andanada de ataques.

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"¿Por qué se tardó tanto, cuando se estaba postulando a la presidencia, en cambiar su postura sobre la Enmienda Hyde?", preguntó Harris, señalando que este año, Biden retiró su apoyo a una medida que impedía que se usara dinero del erario para pagar abortos. Unas horas antes, Biden le pidió a Harris, en micrófono abierto: "No seas tan dura conmigo, niña".

Jay Inslee, gobernador del estado de Washington, atacó el plan de Biden contra el cambio climático. Varios precandidatos atacaron al ex vicepresidente por sus políticas migratorias. Además, uno de los intercambios más memorables fue cuando Booker atacó a Biden por la aprobación de la ley de control de delitos de 1994 que, según los críticos, ha provocado encarcelamientos en masa.

Tras la actuación deslucida de Biden en el primer debate, su equipo de campaña prometió que el ex vicepresidente estaría mucho más preparado para la reyerta del miércoles por la noche. Y sin duda, lo estuvo. Incluso asestó varios golpes certeros, particularmente a Harris en temas de servicios de salud y su trayectoria como fiscal general de California.

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No obstante, la pregunta es si Biden sufrió daños por la cantidad de ataques en su contra. Aunque rechazó muchos, la mera abundancia de ataques podría suscitar dudas sobre una de sus virtudes más importantes —su elegibilidad aparente— entre los votantes de las elecciones primarias demócratas.

2. Ataques contra Biden por escudarse en Obama en temas migratorios

Biden, quien ha centrado su campaña en que fue vicepresidente de Obama, se vio en muchas dificultades para responderles a sus adversarios demócratas, quienes criticaron las deportaciones de inmigrantes indocumentados en la era de Obama.

Biden recibió ataques de Booker, De Blasio y Julián Castro, ex secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano de la administración Obama.

"Parece que uno de nosotros aprendió las lecciones del pasado y uno de nosotros no", dijo Castro a Biden. "Necesitamos a alguien que de verdad tenga agallas para este asunto".

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De Blasio presionó a Biden para que respondiera si le había aconsejado a Obama que frenara las deportaciones. "¿Dijo usted que esas deportaciones eran buena idea o fue con el presidente y le dijo: 'Esto es un error. No deberíamos hacerlo'?", preguntó De Blasio. Biden dijo que no hablaría en público sobre los consejos que le dio a Obama en privado al respecto. Entonces, Booker arremetió. "No puede tenerlo todo", dijo Booker. "Usted invoca al presidente Obama más que nadie en esta campaña. No puede hacerlo cuando le conviene y dar evasivas cuando no".

3. Harris, un blanco más prominente

Tras el primer debate, en junio, Harris ascendió rápidamente en las encuestas debido a sus críticas a Biden por haberse opuesto a la desegregación obligatoria de los autobuses escolares a inicios de su carrera. El miércoles por la noche, los precandidatos demócratas trataron a Harris como a todos los punteros.

Gabbard protagonizó el que tal vez haya sido el ataque más intenso de la noche: arremetió contra la trayectoria de Harris como fiscal general de California.

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"Se pueden citar muchos ejemplos, pero metió a la cárcel a más de 1,500 personas por violaciones a las disposiciones sobre la marihuana y cuando le preguntaron si la había fumado alguna vez, se rio", dijo Gabbard.

La reacción de Harris fue parecida a la de Biden en varios temas: afirmó que su trayectoria demuestra que desde hace mucho ha trabajado para mejorar el sistema de justicia penal.

Biden, quien entró a la carrera censurando al "pelotón de fusilamiento circular", demostró que también se puso a estudiar la trayectoria de Harris. La culpó de haber defendido casos en los que hubo mala conducta de la fiscalía y de no haberle avisado con oportunidad a los abogados defensores que se habían manipulado evidencias en el laboratorio forense de San Francisco. "Busquen en Google '1,000 prisioneros libres Kamala Harris'", dijo ante las cámaras.

En las campañas suele hablarse de los peligros de subir a la cima demasiado pronto. Aunque la mayoría preferiría estar en la posición de Harris en este momento, las críticas de las que fue blanco nos recuerdan que ser uno de los punteros conlleva más escrutinio.

4. Biden y Harris chocan en temas de salud

El debate comenzó con una batalla encarnizada sobre los servicios de salud, lo que reveló la perspectiva de Biden y Harris en cuestiones políticas.

Biden defendió su plan estilo Obamacare 2.0, con el que se implementaría una "opción pública" que permitiría que la gente se suscriba a un programa administrado por el gobierno, pero conserve su seguro privado.

"Nadie tiene que conservar su seguro privado", dijo. "Pueden suscribirse a este plan y pueden suscribirse con un deducible de 1,000 [dólares] y nunca tendrán que pagar más del 8.5% de su ingreso al hacerlo; si no tienen dinero, podrán suscribirse gratis".

Sin embargo, Harris señaló que el plan de Biden dejaría sin cobertura a 10 millones de estadounidenses. "En 2019, en Estados Unidos, creo que no hay excusas para que un demócrata que se postula a la presidencia presente un plan que no cubre a todos", dijo.

Harris promovió lo que ella llama Medicare para todos, una propuesta que inscribiría a todos los estadounidenses en un programa pagado por el gobierno federal en un plazo de 10 años. Su plan consiste en usar aseguradoras privadas como vehículo de la cobertura y explicó que no aumentaría los impuestos para los estadounidenses de clase media, cosas que la distinguen considerablemente de Bernie Sanders, senador por Vermont, y Elizabeth Warren, senadora por Massachusetts, quienes proponen eliminar al sector de seguros privados.

Sin embargo, Biden desmintió que el programa no tendría deducible a pagar por los estadounidenses, como argumentan los partidarios de Medicare para todos.

"Esta idea es un montón de patrañas. La realidad es que habrá un deducible… habrá un deducible en su cheque", dijo, refiriéndose a los impuestos que, según él, serían necesarios para pagar las mejoras fundamentales al sistema de salud pública estadounidense. Dijo que Sanders lo había reconocido, pero que Harris y De Blasio, quienes también proponen un Medicare para todos, no saben hacer las cuentas. Terminó de clavar la daga cuando criticó la implementación prolongada del plan de Harris: "Cuando alguien dice que vas a tener algo bueno en diez años, hay que preguntarse por qué va a tardar diez años".

5. Booker se desmarca

Booker había estado pudriéndose en el fondo de las encuestas y necesitaba destacar. Lo hizo el miércoles por la noche, con una actuación dominante que lo colocó en el centro de la acción sin volverse blanco de los ataques.

Desde el principio, se mantuvo al margen de la reyerta sobre servicios de salud y argumentó que Trump se beneficia al poner a los demócratas progresistas a pelear con los moderados.

Más tarde, sacó de quicio a Biden durante los intercambios sobre inmigración, justicia penal y cambio climático. Cuando Biden trató de defenderse culpando a Booker por las prácticas racistas del Departamento de Policía de Newark, Nueva Jersey, Booker respondió: "En mi comunidad hay un dicho: Te estás tomando el Kool-Aid sin saber siquiera de qué sabor es".

Más tarde, cuando los precandidatos hablaban sobre cambio climático, Booker replicó: "Nadie debería recibir aplausos por volver a incorporarse al acuerdo para de París el clima. Eso es de kínder".

También se ganó al público de Detroit cuando advirtió a los demócratas que tenían que estar listos para "un ataque total" a la capacidad de voto los afroestadounidenses en las elecciones de 2020.

"Perdimos al estado de Michigan porque todos, desde los republicanos hasta los rusos, estaban buscando la supresión del voto de los afroestadounidenses", dijo. "Tenemos que decirlo".

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