Las protestas en Hong Kong se encuentran en un punto de inflexión

Por primera vez desde que iniciaron los movimientos antigobierno, los manifestantes interactuan con miembros del Ejército Popular de Liberación de China, de acuerdo con fuentes citadas por CNN.

HONG KONG (CNN) — La guarnición militar china en Hong Kong tuvo una reacción pública extraña a las

el domingo, 6 de octubre, mientras la violencia se intensificaba en la ciudad.

En

se ve una bandera amarilla izada en la azotea del edificio del Ejército Popular de Liberación (EPL) en Kowloon Tong, en el norte de Kowloon, para advertirles a los manifestantes que se les aplicaría todo el peso de la ley si seguían acercándose al cuartel. Al parecer, la bandera es parecida a la que ha usado la Policía en las protestas.

En la azotea se veía a media docena de elementos de pie, iluminando con linternas a los manifestantes que apuntaban láseres y otras luces al edificio. Se cree que es la primera interacción entre el EPL y los manifestantes en las 18 semanas de protestas antigobierno.

Fuentes de la Policía declararon para CNN que quienes estaban en la azotea del edificio no eran policías, sino elementos del EPL reaccionando a la multitud. Los soldados no salieron del cuartel en ningún momento.

CNN se comunicó con la oficina de la jefa ejecutiva de Hong Kong, con el Ejército Popular de Liberación en Hong Kong y con el Ministerio de Defensa de China en busca de comentarios.

La interacción coincide con la intensificación de las protestas, este fin de semana, luego de que la jefa ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, echara mano de sus

en congregaciones públicas.

La red de tren subterráneo de la ciudad suspendió todas sus operaciones luego de que los manifestantes vandalizaran varias estaciones, incendiaran las entradas y destruyeran las taquillas. Varios bancos y tiendas propiedad de entidades de la China continental también fueron blanco de los manifestantes.

Las protestas violentas comenzaron el viernes, 4 de octubre, en oposición a la prohibición y se extendieron por toda la ciudad el fin de semana; los manifestantes arrojaron bombas molotov y la Policía respondió con gases lacrimógenos y gas pimienta. El viernes, un agente de Policía vestido de civil le disparó a un muchacho de 14 años en la pierna luego de que los manifestantes lo atacaran. Fue la segunda vez que se usa la fuerza letal en contra de los manifestantes, luego de que

en los enfrentamientos del 1º de octubre.

El viernes, Yang Guang, portavoz de la Dirección de Asuntos de Hong Kong y Macao del Consejo de Estado de China (el principal órgano legislativo del país), dijo que la inestabilidad actual "no puede ser interminable".

Se deben usar "medidas más efectivas para detener la violencia y aliviar el descontento", dijo Yang, quien agregó que el gobierno central respalda la ley antimáscaras.

'Punto de inflexión'

El uso de las facultades de emergencia de la era colonial para implementar la ley antimáscaras indica una intensificación considerable en la estrategia del gobierno hongkonés para lidiar con las protestas, que

.

Estas facultades de emergencia —que le dan a la jefa ejecutiva de la ciudad carta blanca para promulgar leyes nuevas conforme sea necesario en caso de un rompimiento grave del orden público— no se han puesto a prueba en los tribunales desde que Hong Kong volvió a ser parte de China, en 1997, y es probable que se determine su inconstitucionalidad según la Ley Básica de la ciudad, la Constitución de facto que garantiza derechos como los de libre asociación y libre expresión.

Los expertos señalan que el que el gobierno haya invocado las facultades de emergencia y que los manifestantes estén atacando negocios propiedad de chinos podrían acercar a Hong Kong a una posible intervención de China.

"El que la violencia se esté intensificando en Hong Kong, tanto de parte de la Policía en contra de los manifestantes como de los manifestantes que responden con lo mismo, creo que indica que estamos llegando a una especie de punto de inflexión", dijo Malcolm Davis, analista en jefe de estrategias de defensa y capacidades del Australian Strategic Policy Institute. "Ellos [Beijing] no pueden dejar que esto siga indefinidamente. No pueden dejar que siga intensificándose".

desde que los británicos les devolvieron el control de la ciudad a los chinos en 1997. Se estima que la guarnición del EPL consta de alrededor de 6,000 soldados.

Según la Constitución de la ciudad, el gobierno hongkonés puede pedir el apoyo de la guarnición "para el mantenimiento del orden público y para ayuda en desastres".

Tanto la Policía como las autoridades han negado repetidamente que sea necesario llamar a las fuerzas armadas, ni siquiera ahora que las protestas han dado un giro cada vez más violento.

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Esto no ha paliado las inquietudes respecto a que el gobierno chino pueda emprender una campaña de represión contra Hong Kong en un momento dado.

A mediados de agosto, China desplegó

en las cercanías de la frontera con Shenzhen. Los equipos de CNN vieron a miembros uniformados de la Policía Armada Popular (PAP) con escudos antimotines y toletes, así como varios vehículos semimilitarizados en el Bay Sports Center.

Unas semanas más tarde, China envió soldados frescos a la guarnición de Hong Kong con el argumento de que era parte de la rotación anual de su personal en el territorio.

Sin embargo, las autoridades estadounidenses dudaron de que la rotación fuera de rutina y señalaron que el movimiento de tropas chinas, incluida la llegada de vehículos tácticos y transportes de personal, pone a las fuerzas chinas en una posición más inmediata para actuar.

"Este es el momento de empezar a preocuparse", dijo un funcionario estadounidense a CNN en ese entonces.

Cualquier intervención del EPL o de la PAP paramilitar podría ser catastrófica para la economía de la ciudad,

, y podría desencadenar un éxodo.

Sin embargo, Davis explicó que entre más duren las protestas, más débil lucirá el presidente de China, Xi Jinping. Además, Xi estará evaluando el costo político y económico de intervenir en Hong Kong mientras libra una amarga guerra comercial con Estados Unidos y con la desaceleración de la economía.

"Lo que podría estar dirigiendo su razonamiento es que verá [la masacre de Tiananmén de 1989] y verá que la interacción internacional se recuperó rápidamente en términos económicos", dijo Davis.

Aunque la mayoría de la gente en Hong Kong desea ávidamente evitar una

, algunos de los manifestantes más radicales han dicho otra cosa.

En agosto, algunos manifestantes radicales dijeron que recibirían de buen grado una represión y que "estaban listos para ello" sin importar el costo para la ciudad y, posiblemente, para el movimiento en sí.

A menos que ambas partes den un paso atrás y se llegue a algún acuerdo, es probable que las protestas sigan intensificándose.

"Creo que estamos ahora en la etapa en la que las cosas van a descender hacia una especie de intervención militar o de la Policía Armada Popular. Esa podría ser una situación devastadora para los manifestantes", advirtió Davis.

James Griffiths, Joshua Berlinger, Sandi Sidhu y Steven Jiang, de CNN, contribuyeron con este reportaje.