Los manifestantes exigen ahora más democracia y una investigación sobre la presunta brutalidad policial durante las manifestaciones pasadas. Los multimillonarios de Hong Kong han pedido orden. Y a medida que se intensifica el desorden, el tono de Beijing se eleva cada vez más.
Esto es lo que debes saber:
¿Cuál es la historia aquí?
Hong Kong pertenece a China, pero tiene su propia moneda, sistema político e identidad cultural. Muchos residentes de Hong Kong no se ven a sí mismos como chinos, sino más bien como hongkoneses.
Esa diferencia se remonta a generaciones: la ciudad fue una colonia y territorio británico durante más de 150 años, hasta que fue devuelta a China en 1997. Hoy, el sistema legal de Hong Kong todavía refleja el modelo británico, valorando la transparencia y el debido proceso.
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La constitución de facto de Hong Kong, la Ley Básica de Hong Kong, consagra esta singularidad. Garantiza libertades que no están disponibles en el territorio continental chino, como el derecho a protestar, el derecho a una prensa libre y la libertad de expresión.
Uno de los principios de la Ley Básica es que Hong Kong tiene derecho a desarrollar su propia democracia y, en el pasado, funcionarios chinos prometieron que el gobierno central de Beijing no interferiría. Pero en los últimos años, Beijing ha reinterpretado la Ley Básica y ahora dice que tiene “jurisdicción completa” sobre Hong Kong.