Tim Cook, CEO de Apple , también presentó un informe en apoyo al DACA y señaló que su empresa tiene en la nómina a 443 dreamers que provienen de 25 países y cuatro continentes diferentes. "No los contratamos por amabilidad o por caridad", argumentó Cook. "Lo hicimos porque los dreamers encarnan la estrategia innovadora de Apple. Tienen antecedentes diferentes y presentan una amplia gama de habilidades y experiencias que los equipan para abordar los problemas desde perspectivas diferentes", señaló.
No obstante, el procurador general Noel Francisco argumentó que los tribunales no tienen facultades para revisar esta decisión.
"La decisión de rescindir un programa de no aplicación de una ley es una acción característica sujeta a la discreción absoluta de una dependencia", escribió Francisco en los oficios del caso.
Francisco añadió que aunque los ministros disientan, la administración presentó los fundamentos adecuados para poner fin al programa, particularmente en junio de 2018, a través de una circular de la entonces secretaria de Seguridad Interior, Kirstjen Nielsen.
Nielsen señaló que la administración creía que el DACA en sí era ilegal, si no es que "jurídicamente cuestionable" y presentó otros argumentos que respaldan la creencia de la administración Trump respecto a que, en cuanto a políticas, el DACA no era buena idea. Nielsen argumentó que el tema debía quedar en manos del Congreso y que el programa animaría a más gente a cruzar la frontera.
El gobierno cuenta con el apoyo de Texas y otros nueve estados, que afirman que si se permite que el programa siga existiendo, los estados seguirán "incurriendo en daños" porque tendrán que proporcionar "servicios sociales como atención médica, educación y protección a personas a las que el Congreso considera presentes ilícitamente, pero a quienes el Ejecutivo ha otorgado presencia lícita".