Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

Así fue como una orden católica dedicada a proteger a los niños les falló

Un sacerdote fue enviado para ocupar un importante puesto en una organización benéfica de los Salesianos de Don Bosco en África, a pesar de ya haber sido condenado por abuso de menores en Europa.
vie 22 noviembre 2019 05:04 AM
Father Luk Delft
El sacerdote Luk Delft está acusado de haber abusado de al menos dos niños en la República Centroafricana mientras cumplía un rol clave en Caritas.

Nima Elbagir, Barbara Arvanitidis, Katie Polglase, Bryony Jones y Alex Platt

Una investigación de CNN reveló que un sacerdote pedófilo fue enviado a trabajar para una organización que ayuda a familias vulnerables en un país africano aunque la orden católica a la que pertenece sabía que años atrás lo habían condenado por abuso de niños en Europa.

El padre Luk Delft está acusado de abusar de al menos dos niños más en la República Centroafricana (RCA) mientras desempeñaba un cargo importante en Caritas, una importante organización benéfica católica.

Publicidad

El sacerdote de 50 años, originario de Bélgica, quedó relevado de su cargo luego de que CNN informara de las nuevas acusaciones en su contra a sus superiores de los Salesianos de Don Bosco, una orden religiosa fundada específicamente para proteger a los niños.

Recomendamos: Una víctima de abuso sexual demanda al Vaticano

Durante años, los salesianos encubrieron los abusos de Delft y lo trasladaron de puesto a puesto; lo enviaron a trabajar a algunos de los lugares más atribulados del mundo.

Pese a las acusaciones en su contra y tras haber sido condenado por abuso, se le permitió tener un cargo de alto perfil e incluso recibió el sacramento en una ceremonia que el papa Francisco presidió en el Vaticano este año.

El caso de Delft también suscita dudas sobre el proceso de verificación de antecedentes de una de las redes de organizaciones no gubernamentales (ONG) católicas más grandes del mundo y llega ahora que la Iglesia lucha por dar la vuelta a la página tras décadas de escándalos de abusos sexuales en los que hay miembros del clero involucrados.

Lee: Una investigación acusa de pedofilia a 300 curas en Estados Unidos

Alban Alain —hoy de 17 años— y su familia le contaron a CNN que Delft abusó sexualmente de él en repetidas ocasiones cuando se conocieron en un campamento para desplazados internos en Kaga-Bandoro, RCA, hace cuatro años.

"Es una cosa horrible lo que me hizo", dijo a CNN Alban, quien tenía 13 años cuando comenzaron los presuntos abusos.

Publicidad

"Lo que le hizo a mi hijo no es normal", dijo a CNN Onono Alain, padre del muchacho.

Alban estaba recargado en la pared de la casa de adobe de dos recámaras en la que vive su familia, en una calle de terracería en el norte de la RCA. Se mostró inquieto cuando le mostramos una fotografía de Delft.

Lee: La Iglesia mexicana informa de 101 sacerdotes procesados por abuso sexual

Tras un silencio prolongado, dijo: "Luk". Cuando le preguntamos cómo conocía al sacerdote, dijo: "Es mi amigo".

"Me compraba ropa, a veces me daba dinero", agregó. "Siempre estábamos juntos".

"Lo trajeron como director de Caritas y le confiaron la distribución de la ayuda", dijo Onono. "Pero en vez de eso, se aprovechó de su posición para sodomizar a mi hijo".

Abuso en un lugar seguro

Alban y su familia son católicos en un país asolado por años de derramamiento de sangre sectario entre musulmanes y cristianos.

"Cuando la milicia Sedeka se apoderó de nuestro distrito, tuvimos que irnos", explicó Onono.

Lee: Francisco promete medidas concretas contra los abusos sexuales en la iglesia

La familia cruzó el río hacia Kaga-Bandoro para escapar de la violencia.

En el camino, al igual que cientos de miles de cristianos del país, la familia Alain buscó refugio en las propiedades de la Iglesia católica. Cuando llegaron al campamento de desplazados, pensaron que habían encontrado un lugar seguro. Pero su odisea no había terminado.

Al parecer, Alban está profundamente traumatizado por el trato que recibió de Delft.

Publicidad
Es una cosa horrible lo que me hizo
Alban

"Cuando lo pienso, no me hace bien", dijo Alban. "Me estresa mucho, incluso cuando estoy con mis amigos. A menudo lloro".

Incapaz de seguir hablando, se recargó en su padre en busca de apoyo, mientras éste explicaba más sobre el abuso de Delft.

"Creo que lo hizo muchas veces porque siempre estaba con mi hijo", cuenta. "Cuando mi hijo llegaba a casa, traía algo de dinero, unos 2,000 0 3,000 FCA [francos centroafricanos, unos 60 o 100 pesos]".

OPINIÓN: ¿Qué esperar de la cumbre en El Vaticano?

"La última vez, mi hijo regresó y me contó lo que había pasado… Él no me miente. Lo conozco".

Alain dijo que lo más que Delft le dio a su hijo fueron 10,000 FCA, el equivalente a apenas 350 pesos.

En el mismo campamento conocimos a otra de las presuntas víctimas de Delft.

"Lo que le hizo a mi hijo estará grabado para siempre en mi memoria", dijo el hombre, quien le pidió a CNN que no lo identificara. Se negó a revelar todos los detalles del abuso que su hijo sufrió a manos del sacerdote pederasta, pero le pidió al equipo de CNN que le dijera a Delft que "un día lo veremos otra vez, en el tribunal, y tendremos un fallo".

Lee: El ex tesorero del Vaticano apela veredicto que lo culpa de pederastia

"Estamos esperando justicia", insistió.

Acechando a niños vulnerables

No era la primera vez que acusaban a Delft de abusar de jovencitos.

Ya era un abusador sexual convicto y sus superiores de la orden salesiana estaban conscientes de ello cuando le ofrecieron el cargo en la RCA.

A miles de kilómetros de distancia y más de una década antes, Delft había abusado de al menos dos muchachos —uno de 12 años y otro de 13— mientras trabajaba como guardia de dormitorio en un internado salesiano, el Don Bosco Sint-Denijs-Westrem, en la ciudad belga de Gante en 2001.

El sacerdote, que entonces tenía 31 años, tenía que cuidar a los niños, pero abusó de ellos cuando eran más vulnerables: acechaba el dormitorio por la noche y los atacaba mientras dormían.

Dos hombres, a quien CNN mantiene en el anonimato a su solicitud, afirman que Delft se comportó incorrectamente con ellos cuando eran niños.

"Dormíamos en grandes salones para 30 personas […] Todos tenían 12, 13 años. De repente, en la noche, alguien trataba de jalarme las cobijas", contó Guillaume (no es su nombre real) a CNN en Bélgica. "Pensé que era tan solo un niño que quería jugar porque dormíamos uno junto al otro".

"Me desperté, salté y corrí tras de él porque quería saber qué niño me estaba molestando", pero la persona ya se había ido.

Guillaume se cuenta entre los afortunados. Es inquieto para dormir y se despertaba cada vez que le quitaban las cobijas, antes de que pudiera sufrir algún daño real. Uno de sus compañeros no fue tan afortunado.

Un reloj en la oscuridad

Benoit (no es su nombre real), compañero de Guillaume, le contó a CNN que "una noche me desperté porque sentí algo. Sentí —o creí que sentí— que alguien me tocaba, no sabía qué o quién era".

Abuso contra menores en Bélgica

Escuela

Escuela

La escuela salesiana de Sint Pieters Woluwe en donde encontraron la pornografía infantil de Delft.
FOTO: GOB-DML www.irismonument.be/ [2005]
Postal

Postal

Una carta del puño y letra de Delft, dirigida a Wim Hanssens, en la que pide que le devuelvan su almohada y algunos libros.
FOTO: Wim Hanssens
Dormitorios

Dormitorios

El dormitorio en Gante en donde Delft abusó de dos niños en 2001.
FOTO: PCRC

"A la mañana siguiente, me volví a despertar y me di cuenta de que estaba despierto en realidad… sentí que alguien me tocaba las piernas y los genitales". Benoit cuenta que Delft le practicó sexo oral.

A la hora del desayuno, la mañana siguiente, Benoit le contó lo ocurrido a Guillaume y a otros estudiantes en la cafetería; Benoit les dijo que había alcanzado a ver un reloj muy específico.

Benoit cuenta: "El muchacho que estaba a mi lado dijo: 'Vaya. Creo que también conozco ese reloj', y luego dijo: Oye, Luk, ¿qué hora es?'. Luk levantó el brazo, vi el reloj y lo reconocí inmediatamente. Entonces se me estremeció todo mi cuerpo. Vaya, esto pasó de verdad y fue Luk Delft quien lo hizo".

Benoit y Guillaume reportaron el abuso a Wim Hanssens, el entonces subdirector del internado.

El descubrimiento y la indiferencia

"Uno de los estudiantes se acercó a mí y me dijo que Luk Delft estaba caminando entre las camas durante la noche y acariciaba a esos niños bajo las sábanas… y que también les acariciaba los genitales", dijo Hanssens a CNN. "Un día después, otro muchacho vino a contarme la misma historia".

Hanssens dijo que de inmediato llamó a Delft a su oficina.

"Le mostré en el papel lo que estos chicos me habían dicho. Al principio dijo: 'No es tan dramático, nada más los acaricié'. Pero cuando dejé que leyera que tocó los genitales de esos niños, confesó… y en ese momento, le dije que se fuera inmediatamente".

Sentí que alguien me tocaba las piernas y los genitales
Benoit

Hanssens dijo que su decisión de despedir a Delft se confirmó en una reunión con el inspector de la provincia salesiana, el director de la orden en Gante y el abogado de la orden.

Hanssens dijo que solo volvió a saber de Delft una vez más. El sacerdote caído en desgracia le escribió para pedirle a una de las víctimas que le devolviera su almohada y algunos libros que le había prestado. Hanssens quedó atónito con la osadía de la petición y dijo que nunca le entregó la carta a la víctima.

Hanssens cree que la orden salesiana le reprochó su decisión de actuar como denunciante —de reportar los actos abusivos de Delft y de otros sacerdotes— y cuenta que más tarde lo obligaron a dejar la escuela en Gante y a trabajar a más de 160 kilómetros de su casa.

El padre Carlo Loots, el superior salesiano de Delft en Bélgica, insiste en que trataron correctamente a Hanssens. Dice que la orden agradeció que "no evadiera estos mensajes más difíciles".

Benoit cuenta que más tarde, invitaron a su madre a una reunión con los salesianos. "Querían saber si presentaría una denuncia formal, cosa que habría hecho, pero le contaron un cuento de que la gente se traumatizaba si ibas al tribunal, que podía tardar varios años, varias investigaciones, varias entrevistas y que no era sano para un niño de 13 años", relató Benoit.

"Sé que mis padres y los padres de los otros niños medio creían esta historia", dijo, a lo que agregó que su madre "no quiere decir que la presionaron o que estuvo bajo presión, pero así fue".

"No creo que nadie quiera culpar a un niño de 13 años, así que se creyeron la historia y lo dejaron. Los salesianos se libraron muy fácil así".

Pornografía infantil

Los salesianos no hicieron del conocimiento de la Policía las acusaciones contra Delft. Lo transfirieron discretamente a Don Bosco Sint-Pieters-Woluwe, otra de las escuelas de la orden en Bélgica, en donde trabajó como coordinador académico.

Loots explicó que la transferencia se hizo en el entendido de que Delft no debería "tener ningún contacto pedagógico directo con jóvenes".

Pese a ello, Delft asistió a un viaje escolar en 2008 con niños de la escuela hermana de Don Bosco Sint-Denijs-Westrem a Lubumbashi, en la República Democrática del Congo.

Al año siguiente, encontraron pornografía infantil en la laptop del sacerdote.

Loots le dijo a CNN que les habían informado a los superiores de los salesianos en Roma del descubrimiento y que los mantenían constantemente al tanto de las actividades de Delft. El director de la orden salesiana en Roma declinó las solicitudes de entrevista de CNN.

No obstante, Delft seguía sin ser denunciado ante las autoridades. Lo volvieron a transferir, esta vez para trabajar con DMOS-COMIDE, una ONG salesiana.

En 2010 lo enviaron a Haití tras el letal terremoto en la isla para cooperar con las labores de ayuda humanitaria.

Loots dijo que los salesianos se encuentran en una situación difícil cuando se trata de lidiar con abusadores como Delft.

En 2010 lo enviaron a Haití tras el letal terremoto en la isla para cooperar con las labores de ayuda humanitaria.

Loots dijo que los salesianos se encuentran en una situación difícil cuando se trata de lidiar con abusadores como Delft.

"La mayor parte del tiempo es imposible que se quede en la comunidad o en el lugar en el que vive o trabaja", explicó. "Tenemos que retirarlo inmediatamente y como los salesianos trabajan con gente joven, no tenemos muchas opciones".

Así fueron las transferencias de Delft con los salesianos

  • Marzo de 2001 – Gante, Bélgica

El padre Luk Delft confesó haber agredido sexualmente a dos muchachos en el internado salesiano Don Bosco Sint-Denijs-Westrem. Le ordenaron dejar la escuela, pero lo transfirieron a otra en Sint-Pieters-Woluwe. No lo denunciaron ante la Policía.

Primer abuso
El dormitorio en donde Delft cometió los abusos.

  • 2008 – Lubumbashi, República Democrática del Congo

Delft acompañó a unos niños de la escuela salesiana Don Bosco Zwijnaarde —escuela hermana de aquella en la que abusó de los alumnos en 2001— en un viaje a Lubumbashi, RDC.

Viaje escolar
Delft en un viaje escolar a la RDC

  • 2009 - Sint-Pieters-Woluwe, Bélgica

Encontraron pornografía infantil en la computadora de Delft. Se le informó al inspector provincial salesiano y le piden a Delft que se vaya de la escuela de Sint-Pieters-Woluwe.

Pornografía infantil
Don Bosco Sint-Pieters-Woluwe en 2005

  • 2010 – Puerto Príncipe, Haití

Delft trabajaba como director de la ONG salesiana belga DMOS-COMIDE y fue a Haití a ayudar a las personas afectadas por el terremoto de 2010. También fue a India a una conferencia de DMOS-COMIDE en noviembre.

En Haití
Delft cuando era director de DMOS-COMIDE

  • Noviembre de 2012 - Gante, Bélgica

Un tribunal de Gante condenó a Delft por abuso de menores y posesión de pornografía infantil luego de que un antiguo colega lo denunciara. Le impidieron tener contacto con niños por un lapso de 10 años.

  • Junio de 2013 – Kaga-Bandoro, República Centroafricana

Delft viajó a Kaga-Bandoro, en la RCA, para trabajar para Caritas en un campamento local de refugiados. Su traslado inicial recibió la aprobación de los salesianos y procedió con el conocimiento del comité de libertad condicional de Bélgica, que pidió copia de su boleto de regreso. Dos padres de familia le contaron a CNN que abusó de sus hijos en el campamento.

Como director de Caritas
Delft cuando trabajaba con niños en la RCA en 2016

  • 16 de junio de 2019 – Bangui, República Centroafricana

CNN encaró a Delft, quien en ese entonces trabajaba como director de país de Caritas, en su oficina en Bangui, RCA, sobre las acusaciones de abuso y sobre si violó la orden judicial sobre su interacción con niños.

  • 21 de junio de 2019 – Oud-Heverlee, Bélgica

CNN le informó al padre Carlo Loots, superior salesiano de Delft, sobre las nuevas acusaciones de abuso en la RCA. En respuesta, los salesianos llamaron a Delft de vuelta a Bélgica el 29 de junio y le informaron a las autoridades belgas. Delft se quedó en Bélgica "bajo supervisión", de acuerdo con los salesianos.

  • 6 de octubre de 2019 - Sint-Pieters-Woluwe, Bélgica

Los salesianos declararon para CNN que Delft se estaba quedando en la misma residencia salesiana en donde lo descubrieron en posesión de pornografía infantil en 2008. CNN se enteró que en las instalaciones de la residencia hay una escuela.

Prohibido todo contacto con niños

Las autoridades belgas no supieron de los crímenes de Delft sino hasta 2010, cuando un antiguo colega de la escuela denunció los abusos, nueve años después.

El fiscal del caso declaró a CNN que sospechaba que Delft había abusado de varios niños más en la escuela, pero que ninguna otra víctima había presentado una denuncia formal en su contra.

Cuando el caso finalmente llegó a los tribunales de Gante, en 2012, condenaron a Delft por abusar de dos niños y por poseer pornografía infantil, de acuerdo con el fiscal. Pero como los salesianos lo habían animado a pedir ayuda para tratar su pedofilia en ocasiones anteriores (y las autoridades tomaron esto en cuenta), lo sentenciaron a 18 meses de prisión y lo suspendieron tres años. Le ordenaron someterse a terapia en un centro para infractores sexuales y le prohibieron todo contacto con niños durante diez años.

Según las condiciones de su sentencia, esa prohibición debía terminar en 2022. Sin embargo, un año después de que lo condenaran, Delft obtuvo un cargo importante en la organización benéfica católica Caritas que lo puso en contacto con algunos de los niños más vulnerables del mundo.

Loots y Lucas Van Looy, obispo de Gante, dijeron que la transferencia de Delft a la RCA recibió la aprobación de los salesianos y se llevó a cabo con conocimiento del comité belga de libertad provisional, según un correo electrónico al que CNN tuvo acceso. Sin embargo, la presencia de Delft en la RCA implicaba que pronto volvería a trabajar muy cerca de niños y con poca supervisión. Le dieron oportunidades claras para violar las restricciones judiciales que se le impusieron y como lo indican los denunciantes posteriores de Delft, lo hizo.

La Unicef considera que la RCA es uno de los peores sitios del mundo para ser niño; el acuerdo de paz pende de alfileres y las fuerzas de Naciones Unidas están en alerta constante.

Como director de operaciones de Caritas en la RCA, Delft estuvo a cargo de las labores de la organización en más de 120 parroquias de todo el país y del cuidado de los niños y las familias que se vieron obligadas de huir de sus hogares por la violencia.

En unas imágenes que se publicaron en línea a partir de 2015 —en el sitio web de Caritas y en la página personal de Facebook de Delft— se ve al sacerdote caído en desgracia interactuando con los niños en la RCA, al parecer en violación directa de las condiciones de su sentencia ya que la prohibición al contacto con niños es válida en todo el mundo.

Delft siguió trabajando y viajando como miembro de alto rango de la jerarquía de la Iglesia católica; participó en las celebraciones por la visita del papa Francisco a Bangui, la capital del país, en 2015, y figuró en un video promocional de Caritas hace unos meses. En mayo de 2019, surgió un video en el que se lo ve recibiendo el sacramento a unos metros del pontífice en una visita al Vaticano.

Andrew Azzopardi, director de Protección de Caritas, dijo que era inaceptable que le hubieran dado a Delft un cargo tan importante en la organización en vista de sus antecedentes.

"Ninguna persona que tenga una condena como la del padre Luk debería tener acceso a los niños y ninguna persona debería estar en una posición de autoridad como lo es la dirección de Caritas", declaró Azzopardi a CNN. "Ciertamente esperaría que ninguna persona con una condena llegara a ese cargo".

El padre Carlo Loots dijo que los salesianos se mostraron "ingenuos" al enviar a Delft a la RCA.

"Darle una nueva oportunidad y ese cargo en Kaga-Bandoro y [esperar] que el obispo de Kaga-Bandoro se responsabilice de él es un tanto cínico, probablemente", añadió. En ese entonces, el obispo de Kaga-Bandoro era Albert Vanbuel, también salesiano belga. No obstante, Loots afirmó que la organización tenía pocas opciones.

"Es una de las preguntas más difíciles cada vez que encaras a un abusador", dijo. "Ni siquiera le dispararíamos… si quisiéramos dispararle, pero… ¿qué alternativa tenemos para ellos?".

"En ese momento buscamos la mejor alternativa posible, con el menor riesgo de que repitiera su mala conducta. Lo que ustedes hacen es encararnos con eso, con lo que pensábamos que era lo mejor de todos los escenarios… pero ni eso bastó".

Benoit dijo que le "desconcertó" descubrir que Delft estaba trabajando con niños en la RCA pese a la orden judicial belga que se lo prohibía. "Vi fotos de él rodeado de niñitos; él sonreía y yo reconocí esa sonrisita engreída en su rostro".

Un sacerdote incorregible

Cuando CNN encaró a Delft en su oficina de Caritas en Bangui y le habló sobre el abuso, no se mostró arrepentido.

Tomado por sorpresa, abandonó la junta en la que estaba en cuanto vio nuestra cámara, se levantó e intentó sacarnos de la sala diciendo "No, no, no".

Fruncía el ceño y al parecer no recordaba el nombre de Alban Alain; cuando le preguntamos si tenía algo que decir sobre las acusaciones de abuso en su contra, dijo: "No, nada".


Sacudía la cabeza y sonreía nerviosamente mientras miraba al equipo de CNN salir del edificio.

Delft fue llamado de vuelta a Bélgica a finales de junio, luego de la investigación de CNN. Los salesianos dicen que ahora está "bajo supervisión" en la residencia de la orden en Sint-Pieters-Woluwe. CNN se enteró de que la residencia tiene una escuela en el campus.

Las corporaciones policiacas y las autoridades eclesiásticas en Bélgica abrieron investigaciones sobre Delft con base en los hallazgos de CNN; dijeron que no podían hacer comentarios respecto a si lo procesarían o lo castigarían por sus presuntos actos en la RCA porque sus investigaciones están en curso. También se negaron a hacer comentarios sobre el acuerdo que le permitió a Delft viajar a la RCA pese a la condena recibida y a que tenía prohibido trabajar con niños.

Los salesianos dicen que están llevando a cabo una investigación interna del caso de Delft, pero no está claro si esto podría desembocar en que lo aparten del sacerdocio.

Por ahora, cuando menos, Delft sigue siendo miembro de la orden salesiana.

Guillaume dijo que lo que debería pasar ahora es obvio.

"Una persona como Luk Delft está enferma y definitivamente necesita tratamiento", dijo. "Meter a Luk Delft en prisión no ayudará a este hombre ni a otros niños porque saldrá de prisión y hará lo mismo".

"La gente que necesita que los condenen, los verdaderos criminales, son las personas que están trasladando a Luk Delft del lugar A al lugar B… porque esas personas son personas con sentido común y saben perfectamente qué está tramando Luk Delft, qué ha estado tramando y qué hará de ahora en adelante".

En cuanto a las víctimas del sacerdote en la RCA, Alban dijo simplemente: "Quiero que lo lleven ante la justicia".

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad