Al parecer, el retraso en la entrega de los artículos para el juicio político también arruinó las vacaciones de Trump en su centro vacacional en Florida. El presidente arremetió contra Pelosi día tras día en Twitter. Todavía no se calma porque está esperando, impacientemente, la exoneración del Senado que tomará como legitimación.
"Acuérdense de 'su prisa y premura' para que se votara y se acabara con lo de la estafa de la destitución. Bueno, pues nunca envió los artículos al Senado. Otro fraude demócrata. ¡Acoso al presidente!", escribió Trump el jueves en un tuit típicamente tenso.
La demora de Pelosi también le sirvió para que tanto ella como Chuck Schumer, líder de la minoría en el Senado, preparen el terreno político para las consecuencias de un juicio con el que se espera que se exonere fácilmente a
Trump, dado que no cuentan con la mayoría de dos terceras partes del Senado, encabezado por los republicanos, para lograr que sea el primer presidente al que el Congreso destituye.
Ese mensaje —que Trump no es apto y que los republicanos protegieron a un comandante supremo corrupto— será el eje de la campaña del futuro candidato demócrata a la presidencia.
"No quieren documentos, la documentación. No quieren testigos", dijo Pelosi. "Tal vez quieran desechar el juicio, lo que prueba que no pueden… no pueden exonerar al presidente de las malas conductas que ha presentado".
No obstante, en días recientes, ha quedado claro que incluso algunos de los demócratas del Senado quieren terminar con el asunto del juicio y han empezado a creer que la estrategia dilatoria de Pelosi ya no está funcionando.
"Creo que siempre corres el riego de que la demora choque con algún otro suceso importante, así que eso se vuelve otra demora", dijo Dianne Feinstein, senadora demócrata por California, en una semana en la que justo eso fue lo que pasó: el enfrentamiento de Trump con Irán que consumió a ambas cámaras.
Manu Raju y Phil Mattingly, de CNN, contribuyeron con este reportaje.